Ayotzinapa fue esa gota que derramó el vaso y que hizo que toda la ciudadanía mexicana se uniera para pedir que se desmantele el narcoestado y la corrupción, también que se garantice la seguridad y el Estado de Derecho. Tan alto y tan fuerte ha sido el grito de los mexicanos que la indignación le ha dado la vuelta al globo.
Desde las protestas con cientos de miles de personas, hasta mexicanos distinguidos que expresan su dolor y su coraje en foros internacionales, la sociedad mexicana se ha hecho escuchar por el mundo entero.
Y bueno, ahora no sólo los medios extranjeros y organizaciones internacionales hablan del tema, también el Vaticano.
El papa Francisco expresó su dolor por el presunto asesinato de los 43 estudiantes durante su audiencia pública el día de hoy:
«Quiero de alguna manera expresar a los mexicanos aquí presentes y a los que están en la patria, mi cercanía en este momento doloroso de la desaparición, pero sabemos, asesinatos, de los estudiantes [sic]»
Para el líder del Estado Vaticano la posible muerte de los estudiantes exhibe la realidad criminal que existe detrás del narcotráfico:
«Se hace visible la realidad dramática de toda la criminalidad que existe detrás del comercio y tráfico de drogas. Estoy cerca de ustedes y de sus familias»
Sólo hace falta explicarle al señor que… bueno, esto no fue solo un crimen por parte de narcos, aquí hubo colusión de funcionarios. En Ayotzainapa, como en muchos casos en toda la república mexicana: ¡Fue el Estado!