Ayer presenciamos cómo, después de ver a millones de egipcios protestando en las calles, la Fuerza Armada del país se unió al pueblo y le dio un ultimátum al presidente para que resolviera las peticiones de la gente. Pues bueno, el presidente Morsi dice que rechaza el ultimátum.
El día de hoy el gobierno de Morsi ha rechazado el ultimátum de 48 horas que le dio el ejército el día de ayer para que atienda las demandas de los manifestantes que han tomado las calles de Egipto.
La presidencia publicó un comunicado esta mañana en el cual decía que tenía su propio plan para lograr la reconciliación nacional (ya saben una reconciliación entre toda la gente y el gobierno que no quieren) por lo que está consultando «con todas las fuerzas nacionales para asegurar el camino al cambio democrático y la protección de la voluntad popular».
Añadió en su comunicado:
«Egipto no permitirá de ningún modo un paso atrás, sean cuales sean las circunstancias»
Esto horas después de que el comandante en jefe del ejército, el general Abdel Fatah al Sissi, le pidiera a Morsi que escuchara las calles:
«Si no atiende las demandas de la ciudadanía, el ejército, que está obligado a actuar de acuerdo con su papel y deber, deberá revelar sus propios planes»
Sobre la actuación del presidente expresó también:
«Esas medidas deben incluir debates con todos los poderes políticos, específicamente los jóvenes, que fueron y siguen siendo las chispa de la revolución. Ningún partido debe ser excluido ni marginado»
Obama llama a Morsi
Como Estados Unidos se siente la mamá de los pollitos quiso dar su opinión respecto de lo que pasa en Egipto.
Es por eso que el día de hoy Barack Obama telefoneó a Morsi desde Tanzania (recordemos que sigue en su gira por África y que Tanzania será el último país que visite) para expresarle su preocupación (Dios tenga en su gloria a alma tan interesada del bien ajeno) por la intensificación de la violencia en la crisis política que sufre Egipto.
Agregó:
«[Washington apoya] el proceso democrático en Egipto y no a ningún partido o grupo en particular»
Por su parte, el representante de Estados Unidos en Egipto, Anne Patterson, provocó la ira del pueblo protestante ya que dijo que no creía que las protestas sean beneficiosas para la estabilidad económica egipcia (¡Claro! Que la opresión siga, siempre y cuando haya estabilidad económica, eso es lo que realmente importa ¿no? ¬¬).
Los partidos islamistas que apoyan a Morsi dicen que con la ayuda del ejército se está escenificando un golpe de Estado, y que rechazan de forma categórica la manera en que se está atacando la legitimidad (antes no han convocado el bendito Estado de derecho que tanto le gusta a Peña Nieto y por el cual permitió actos como los perpetrados en Atenco).
Por su parte, Morsi ha quedado cada vez más aislado. El día de ayer dimitieron cuatro ministros de sus cargos y hoy renunció uno más.
Por otro lado, los partidos de la oposición dijeron:
«Nosotros no apoyamos ningún golpe de Estado militar»
Dicen que confían en las declaraciones de los militares sobre que no quieren inmiscuirse en la política (aunque de cierto modo ya lo hicieron, pero seguramente se refieren específicamente al golpe de Estado).
Será interesante ver cómo termina todo esto.
