Luego de una acalorada discusión, el Consejo general del IFE decidió que la coalición PRI-PVEM no tuvo responsabilidad alguna en los sonados casos de las tarjetas Monex y Soriana.
Por unanimidad, consejeros de IFE no hallaron irregularidades en el financiamiento que recibió la campaña del ahora presidente Enrique Peña Nieto, por lo que el hecho de recibir dinero de empresas privadas, entre ellas algunas “fantasmas”, quedará impune. Por cierto, las cantidades que se llegaron a mover en estas operaciones alcanzaron la cifra de 66 millones de pesos.
Lo anterior fue resuelto después de tres candentes horas en las que el PAN y el PRD reclamaron al IFE estarse haciendo de “la vista gorda” para encubrir las operaciones de supuesto lavado de dinero, y ya que vieron que no daría su brazo a torcer plantearon una multa de 75 millones de pesos… sin embargo, ésta tampoco procedió.
De acuerdo con los opositores, este aval de IFE representa abrir la puerta al financiamiento ilícito de campañas, ya que aunque se sabe que los 66 mdp involucrados provienen del crédito otorgado a través de la empresa Alkino –lo cual consideraron una operación legal-, el PRI-PVEM no acreditó cuál fue el destino de los billetes.
Pero para que vean el asunto no terminará ahí, se aprobó notificar a la Secretaría de Hacienda, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, y el Servicio de Administración Tributaria a fin de que inicien una investigación por presuntos actos que pudieran constituir alguna irregularidad… pero lo más seguro es que todo estará en orden.
*Vía La Jornada