El día de ayer, y luego de una larga sesión, el Senado aprobó la Ley Federal de Consulta Popular con modificaciones como la prohibición expresa de someter a referéndum (a consulta) las reformas constitucionales.
Una ley tan importante como la que reglamenta el referéndum debería de verse por sí misma y no a la luz de hechos coyunturales como la aprobación de la reforma energética y las ganas que tienen varios grupos de echarla atrás. Pero no fue así y la sombra de la reforma energética estuvo presente todo el tiempo.
Según La Jornada, en esta ley se deja a la Suprema Corte de Justicia la facultad de definir en qué casos se pueden llevar a consulta modificaciones a la Carta Magna.
La minuta fue aprobada en lo general cerca de la media noche con 103 votos a favor, 10 en contra y una abstención. Después comenzó la discusión en lo particular y, si al principio el PRI y el PAN trabajaron conjuntamente, después los senadores panistas se dividieron, abandonaron el salón de plenos por la mañana y presionaron para lograr los cambios que dejaron fuera o matizaron las principales restricciones y candados a la consulta popular.
El PRD también se dividió y fue así como votó. La senadora Dolores Padierna advirtió que el Senado incurrirá en una omisión legislativa, ya que en vez de crear una ley reglamentaria al Artículo 35 Constitucional en materia de consulta y establecer las bases para la realización de ese mecanismo de participación ciudadana, pasó toda la responsabilidad a la Suprema Corte.
Una de las modificaciones más importantes fue que antes la minuta decía que sería objeto de consulta popular sólo:
«los actos de carácter legislativo del Congreso de la Unión, así como los actos administrativos del Ejecutivo nacional, que sean de trascendencia»
La modificación que se asentó al final establece que:
«serán objeto de consulta los temas de trascendencia nacional»
Según Reforma, la minuta ya fue regresada a la Cámara de Diputados para su discusión.
****Vía La Jornada, Reforma