El próximo 4 de junio se celebrarán elecciones en cuatro estados del país. En Coahuila, Nayarit y Estado de México se elegirá un nuevo gobernador, además de otros cargos, mientras que en Veracruz se decidirá quiénes estarán al frente de sus ayuntamientos. Los comicios en el Edomex se han robado la mayoría de los reflectores: por la repercusión que el proceso electoral local puede tener en 2018, por la prominencia de los candidatos, por cercanía territorial con la capital, por morbo, por ser el más grande bastión del Partido Revolucionario Institucional. Por mil y un factores. Aunque las coberturas sobre las otras disputas han palidecido a comparación del mediático choque en suelo mexiquense, lo que pase en los demás estados también será de relevancia.
Exactamente en un par de meses sabremos si el Partido Revolucionario Institucional (PRI) sufre una nueva y demoledora estocada, como en las elecciones de 2016, o si el partido llegará fortalecido a las elecciones presidenciales y aspirará a mantener su posición en Los Pinos. El año pasado, el PRI perdió 7 de las 12 gubernaturas que estaban en juego. Más grave aun: los priistas perdieron cuatro entidades que habían sido gobernadas por el partido durante 86 años. Durango, Veracruz, Tamaulipas y Quintana Roo no habían conocido la alternancia hasta las pasadas elecciones. ¿Nayarit, Coahuila y Estado de México vivirán el mismo proceso?
Las tres entidades actualmente tienen administraciones priistas. Roberto Sandoval, Rubén Moreira y Eruviel Ávila, respectivamente, representan el poder ejecutivo estatal. Los nayaritas vivieron un periodo de alternancia política —entre 1999 y 2005, cuando fueron gobernados por la coalición Partido de la Revolución Democrática- Acción Nacional— mientras que coahuilenses y mexiquenses siempre han sido gobernados por el PRI. ¿Acaso cambiará el panorama en dos meses? La contienda en Coahuila, objeto de estudio de esta colaboración, tiene cinco candidatos a la gubernatura. El priista Miguel Ángel Riquelme, el panista Guillermo Anaya, el morenista Armando Guadiana, la perredista Mary Telma Guajardo y el independiente Javier Guerrero.
¿Qué dicen las encuestas en Coahuila?
Al día de hoy, el PRI aventaja —por un amplio margen— las preferencias electorales en el estado. De acuerdo con la más reciente encuesta del periódico El Financiero, Riquelme concentra 41% de la intención de voto. El candidato priista supera por 11 puntos a su más cercano competidor, el panista Anaya, quien acumula 30% de las preferencias. Guadiana se acomoda en el tercer lugar, con 16% de los votos, mientras que en cuarta y quinta posición están el independiente Guerrero y Telma Guajardo, respectivamente. La métrica revela que la coalición del PRI con otros seis partidos (Partido Verde Ecologista de México, Partido Nueva Alianza, Partido Socialdemócrata Independiente, Partido Joven, Partido Campesino Popular y Partido de la Revolución Coahuilense) lleva una gran delantera rumbo a las elecciones del próximo 4 de junio.
¿Quién es el puntero en Coahuila?
El puntero Miguel Ángel Riquelme carga a cuestas varias acusaciones sobre desvío de recursos, peculado, retención de ilegales de recursos, además de organizar fiestas millonarias. El político priista fue sancionado con una multa de 10 mil pesitos, en diciembre de 2016, por retener cuotas a trabajadores del ayuntamiento de Torreón —entre enero y abril de 2014—, cuando era alcalde, y entregar el dinero al PRI y la Fundación Colosio. El caso fue denunciado por los senadores panistas Luis Fernando Salazar y Javier Corral ante el Instituto Nacional Electoral (INE). El órgano electoral logró identificar transferencias por 1.1 millones de pesos en ese periodo.
En octubre de 2016, el periódico El Universal publicó una nota sobre el ostentoso festejo de cumpleaños que Riquelme tuvo. De acuerdo con el diario, el alcalde con licencia celebró su cuadragésimo sexto cumpleaños en compañía de casi mil 500 invitados, en un club deportivo en Torreón y con un menú selectísimo. Según sus cálculos, el pachangón habría rondado alrededor del millón de pesos (cuando Riquelme percibía un sueldo neto de 78 mil 20 pesos al mes). El semanario Proceso documentó la condonación de impuestos que el priista realizó al club de futbol Santos Laguna en 2014, además del pago de 80 millones de pesos para que el equipo lagunero transmitiera sus partidos en tele abierta.
Recientemente, en febrero de este año, Riquelme fue denunciado por Acción Nacional ante la Procuraduría General de la República y la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales por esconder o guardar despensas para familias afectadas por las lluvias en Torreón. De acuerdo con los panistas, Miguel Ángel Riquelme hizo uso indebido de recursos públicos y tenía la intención de comprar votos con los bienes que originalmente deberían destinarse al auxilio de los damnificados. El político priista pidió licencia de su cargo en diciembre de 2016 para lanzarse por la grande.
El candidato del PRI ha sido fuertemente relacionado con los hermanos Moreira, Rubén y Humberto, los dos gobernadores coahuilenses más recientes. El pasado 3 de abril, miembros de Acción Nacional indicaron que denunciarían penalmente a los tres personajes por desvío de recursos. A los hermanos Moreira se les relaciona con un un desvío de 32 mil millones de pesos entre 2006 y 2011, mientras que a Riquelme se le acusa de “haber robado” mil 200 millones de pesos.
¿Anaya podrá recortar la distancia?
Esta no es la primera ocasión que el exlegislador federal contiende por la gubernatura de Coahuila. El también exalcalde de Torreón perdió lo comicios frente a Rubén Moreira en 2011. Guillermo Anaya Llamas es coloquialmente conocido como el “compadre de Calderón“, debido a su relación cercana con el expresidente Felipe Calderón Hinojosa. El nombramiento de Anaya como candidato a la gubernatura en 2011 generó fricciones y tensiones dentro del seno panista. Algunos miembros del partido blanquiazul lo acusaron por haber sido favorecido en el proceso de selección dada su proximidad con Calderón Hinojosa, entonces Presidente de la República. La relación entre Anaya y Calderón es tan cercana que, incluso, el político coahuilense fungió como coordinador de campaña de Felipillo en 2006.
El semanario Proceso publicó en 2010 un texto titulado Testigo Estelar, en el que revelaba los presuntos vínculos de su cuñado con elementos del crimen organizado. De acuerdo con la investigación de la revista: un testigo protegido, quien fuera guardaespaldas del capo regional Sergio Villarreal, conocido como El Grande, aseguró que el cuñado de Anaya Llamas era presunto responsable de embarques de droga que enviaba a Estados Unidos. El reportaje también indicaba que durante su gestión como alcalde de Torreón, Anaya habría protegido al Cártel de los Beltrán Leyva en La Laguna. “Estuvo casada mi hermana con Adolfo Villarreal, hermano de este personaje; no con él”, reviró Anaya a la acusación. El exlegislador federal demandó a uno de los autores del reportaje.
El candidato Anaya Llamas estuvo inmiscuido en otra polémica a fecha reciente. Al igual que en su primer intento por hacerse de la gubernatura de Coahuila, el proceso de selección interno del PAN fue cuestionado. El senador Luis Fernando Salazar, quien también disputaba la nominación, calificó como “amañada” la elección del delfín panista y criticó a Ricardo Anaya, dirigente nacional del partido, por beneficiar al compadre de Calderón. El presidente de Acción Nacional declaró que Memo era “el candidato más competitivo” y que los otros tres aspirantes así lo habían reconocido.
