De acuerdo con la organización civil Freedom House, encargada a la defensa de la democracia y los derechos humanos en el mundo, México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo y para trabajar en los medios de comunicación. Con tal advertencia, no es de extrañar que, de acuerdo con su reporte 2015, Freedom House señale que, en nuestro país, “la libertad de prensa enfrenta amenazas persistentes”.
Evaluando a 199 países, la organización con sede en Washington, coloca a México como una de las naciones en las que no existe libertad de prensa, status que comparte con Corea del Norte, Cuba, Rusia, Guinea Ecuatorial, Irán, Siria o Crimea… claro, aquí sí aplica el peñista: “hay países peores que nosotros”, ya que las naciones mencionadas tienen el calificativo “Peor de la peor”, esto a partir de la calificación obtenida: en escala de 0 a 100, donde 0 es “máxima libertad” y 100 es la censura total, sobrepasan los 90 puntos. México cuenta con 64.
“Impunidad y violencia acicatean la libertad de expresión en México. Periodistas y medios de comunicación, en menor medida, sufren una escalada de ataques que en la última década se han incrementado progresivamente, al punto que desde hace varios años el país se ubica en los primeros lugares en el mundo por los asesinatos, desapariciones y agresiones a periodistas”.
Si preocupa el ataque a los periodistas que laboran en nuestro país, igual de preocupante es el notar que las instituciones encargadas de la procuración de justicia se han visto rebasadas por la problemática: “los agresores siguen en las calles, sin castigo por sus crímenes”, remarca Freedom House.
Además, aquellos que deciden correr el riesgo de ejercer el periodismo no cuentan con garantías por parte del Estado, por ello “se impone la autocensura, porque hay poderes fácticos que amenazan sus vidas”… eso en uno de los casos; en otro más alarmante son los propios “funcionarios públicos los que amedrentan y persiguen” a los periodistas.
Además del análisis realizado, las claves que Freedom House tomó en cuenta para considerar que en nuestro país no hay libertad de prensa son las tres siguientes:
- Al menos cuatro periodistas fueron asesinados en 2015 por razones ligadas a su trabajo, y las instalaciones de medios de comunicación fueron atacados en varias ocasiones con armas de fuego y explosivos.
- Un equipo de reporteros de investigación fue despedido por su empleador en marzo, pocos meses después de que publicaron información sobre un aparente conflicto de intereses en la que la esposa del presidente compró una lujosa residencia a un contratista favorecido por el gobierno… claro, esto se refiere al caso “Casa Blanca” dado a conocer por el equipo de Carmen Aristegui, periodista a la que MVS le dio las gracias al poco tiempo de difundirse la investigación mencionada.
- Los sitios web de varios medios de comunicación y organizaciones que trabajan en pro de la libertad de prensa fueron desactivados temporalmente por ataques informáticos, y al menos un periodista se enfrentó a una campaña de desprestigio en los medios.
En resumen, la falta de apoyo legal, sumada a la presión política y económica, colocan al periodismo mexicano como uno de los más atacados a nivel mundial.