Nomás por querer ser populares y tener algo de atención como la que en estos momentos tienen los habitantes de Michoacán, 47 pueblos de Acapulco, Guerrero ya también crearon sus guardias civiles, “para protegerse”.
Obviamente la autoprotección no es necesaria. Al menos eso dice el propio alcalde local, Luis Walton Aburto, porque ahí, como en muchas partes del país, la inseguridad no es problema: “Es muy lamentable porque ahí, en Cacahuatapec, no hay problemas de esa índole (de inseguridad). Pero el estado y la federación vamos a ver ese problema. Vamos a ver los planteamientos que hagan”.
Mientras lo anterior sucede, ya se enteró que el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa la Parota (CECOP), anunció formalmente la creación de su policía comunitaria, la cual se encargará de la protección de 47 poblados de la región acapulqueña: “En estos momentos lo que más necesitamos es tener el apoyo de los ciudadanos, de los gobernantes, y de la organizaciones sociales afines. Lo último que queremos es una confrontación con las autoridades”, señaló el líder de esta agrupación, Marco Antonio Suastegui.
Otro que le sigue el juego a los ejidatarios es la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que en un pasado informe sobre los grupos de autodefensa en Guerrero, dado a conocer en diciembre, aseguró que el aumento de estas organizaciones se debe al vacío de autoridad existente.
En aquella ocasión tuvo que salir otro político con información de primera mano, a desmentir las exageraciones de la CNDH, considerando dicho informe como “alarmista”… y es que, cuál es el problema de que Acapulco sea la ciudad mexicana que “mejor posición” tiene en el Top50 de las ciudades más violentas del mundo en 2013, con el 3er puesto, sólo por debajo de San Pedro Sula, Honduras y Caracas, Venezuela. ¿Cómo le hicieron para tener el tercer lugar? Fácil, haciéndose de la vista gorda ante el número creciente de homicidios, el cual es de 113 por cada 100 mil habitantes.
¿Y ya por eso guardias comunitarias? Nah… ni aguantan nada.