La ciudad de Amsterdam nos presenta su más nuevo programa de integración social… o algo así, que consiste básicamente en pagarle con chela a alcohólicos para que limpien la calle, lo que de alguna manera muy extraña es bueno. Se trata, por cierto, de la misma ciudad que implementó el programa de ratas policías y patrullas deportivas. ¡Bien, Amsterdam! creo…
Para mantener limpio Amsterdam y al mismo tiempo mantener las calles libres de borrachos sucios, las autoridades locales decidieron llenar las calles de borrachos limpios. El proyecto tiene como finalidad mantener a los alcohólicos en actividades cooperativas y lejos de comportamientos antisociales.
La cosa funciona más o menos así: los alcohólicos comienzan su jornada de trabajo a las 9 de la mañana, pero no con palas en las manos, sino con dos motivadoras cervezas. Luego se lanzan a la calle y limpian asfalto y canales. Al terminar el trabajo, reciben una más; y por último, en algún momento de la tarde, el ayuntamiento les ofrece una comida caliente acompañada de otras dos chelas. Además de aquellas 5 cervezas, se les entregan diariamente 10 euros y medio paquete de tabaco para liar.
El proyecto lleva por nombre Arco Iris y cuenta actualmente con 20 voluntarios. Se dividen en equipos de 10 que trabajan 3 días a la semana.
“Este grupo de alcohólicos crónicos estaba causando una molestia en el Oosterpark de Amsterdam: peleas, ruido, comentarios desagradables a mujeres. El objetivo de Arco Iris es mantenerlos ocupados para conseguir que ya no causen problemas en el parque”, dijo Gerrie Holterman, directora del proyecto.
Holterman está segura de que este método ayuda a todos: las calles están limpias y los alcohólicos felices. Hablando de alcohólicos felices, estábamos seguros de que usaban esos 10 dólares en ediciones ilustradas de la biblia hasta que leímos el testimonio de Frank, hombre de 45 años y voluntario de Arco Iris:
“Cuando dejamos este lugar, vamos al supermercado y transformamos esos 10 euros en cerveza […] Muchos de nosotros no habíamos tenido estructura alguna en nuestras vidas durante años. No sabemos lo que es, ni lo que es bueno para nosotros.”
Aunque algunos dicen que después de un día de trabajo no necesariamente desean beber, la mayoría, como Frank, dicen estar tomando tanto como antes. El ayuntamiento argumenta que su alcoholismo, sin embargo, ha mejorado, pues en vez de tomar chelas con 11 o 12% de alcohol, les ofrecen cerveza de 5%. Muy bien por Amsterdam y su programa de mejora del alcoholismo… hey, esperen ¬¬
Como sea este no es el primer programa en la ciudad que ayuda a los adictos de maneras tan polémicas. Desde hace 35 años el plan “salas de drogas” está en funciones y permite a los usuarios consumir en ambientes seguros y controlados.
A su vez, el programa “giras subterráneas” se compone de adictos que dan visitas a turistas por los lugares donde solían pasar el rato, lo que de alguna manera es divertido…
Como ves, en Amsterdan hacen cosas muy raras, pero, hey, Holanda, junto a Suecia, es uno de los pocos países del mundo que está cerrando cárceles por un abrupto descenso en los índices de delincuencia… algo tienen que estar haciendo bien, y quizá tenga que ver con modificaciones igualmente abruptas a sus esquemas éticos.
Como sea, el estado le paga con chela a tipos, y podemos apostar a que algunos ya están manando su curriculum.
Vía: RT