Si bien en la capital del país las universidades han decidido convocar a un paro nacional de 72 horas como muestra de su apoyo a los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, éstos por su lado han acordado intensificar sus acciones de protesta para exigir la presentación de sus compañeros desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre, víctimas del ataque de la policía de Iguala y un grupo de sujetos armados.
En reunión sostenida en la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, representantes de diferentes organizaciones sociales, así como miembros de la dirigencia estudiantil establecieron las acciones que se habrán de tomar en los próximos días, las cuales contemplan desde el cierre de centros comerciales, hasta la toma del aeropuerto de Acapulco y la caseta de peaje de carreteras.
“Se trata de pegarle al gobierno y a las empresas trasnacionales donde más les duele, en su economía”.
Mientras lo anterior era definido por miembros de la llamada Asamblea Nacional Popular, en las afueras de la Normal de Ayotzinapa artistas de Tixtla realizaron murales en paredes del pueblo, en los que representaron los rostros de los 43 jóvenes estudiantes desaparecidos, así como los de algunos guerrilleros como Lucio Cabañas o Ernesto “Che” Guevara.
Además a Chilpancingo arribaron universitarios procedentes de la Ciudad de México para realizar diversas manifestaciones en favor de los normalistas y para la planeación de las acciones que comenzaran desde hoy, con el fin de presionar a las autoridades para que den respuesta y presenten a los estudiantes de Ayotzinapa. Respecto a la presencia de estudiantes capitalinos uno de los padres de los normalistas señaló que con ello sentían “que no somos odiados (por los bloqueos carreteros y manifestaciones), como que lo arropan a uno”.
Por otra parte, respecto al apoyo que los normalistas reciben por parte de las autoridades, hace poco el nuevo gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, dijo desconocer si la Secretaría de Educación continúa otorgando el subsidio correspondiente, sin embargo el viernes pasado la esposa del ejecutivo local acudió a la Normal de Ayotzinapa para ofrecer dinero que ayude a los gastos de alimentación de los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos, pero este apoyo fue rechazado: “el dinero no es una llave” para entrar a la Normal, le advirtieron.
Rosa Icela Ojeda Rivera –esposa de Ortega– ofreció cerca de 300 mil pesos como una forma de restablecer el diálogo entre las autoridades estatales y la comunidad de Ayotzinapa, según señaló uno de los dirigentes estudiantiles. Al encontrar la escuela casi vacía, ya que la mayoría de la gente estaba realizando una manifestación en Acapulco, fueron maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG) quienes la identificaron y cuestionaron.
Apenas el sábado durante una reunión en Acapulco con diputados federales, Rogelio Ortega señaló que tenía la intención de que restablecer comunicación con los familiares y compañeros de los normalistas desaparecidos, pero no hizo mención de que su esposa hubiera acudido a la normal de Ayotzinapa. “De las autoridades sólo queremos la presentación inmediata de sus hijos”, comentó el padre de una de las víctimas.