Uno de los países más ricos del mundo está próximo a castigar con cárcel a los ciudadanos que van a contracorriente de la mayoría de sus habitantes y, en vez de trabajar y ganar un buen sueldo, prefieren estirar la mano en búsqueda de una ayuda económica. No, no estamos hablando de México, es Noruega quien pronto decidirá si penaliza la mendicidad.
La polémica propuesta del país nórdico, surgió de la formación conocida por su tendencia de extrema derecha, el Partido del Progreso y de autorizarse entraría en vigor este verano, previo a una implementación a nivel nacional para el próximo año.
Tachada como una ley racista –ya que la mayoría de quienes practican la mendicidad son inmigrantes-, la enmienda será discutida en el parlamento, aunque en primera instancia ya fue aprobada por el de la primera ministra conservadora Erna Solberg. se trata de una prohibición a los gitanos, tal y como “hace 200 años se prohibió por ley la entrada a Noruega a los judíos”, criticó el político socialdemócrata Bard Vegar Solhjell.
Uno de los argumentos con los que se defiende esta legislación es el supuesto vínculo que existe entre mendicidad y delincuencia, sobre todo el robo en las calles, señaló el ministro de Justicia, Anders Anundsen. Según autoridades, Oslo, capital noruega, pese a tener una población siete veces menos a Berlín, tiene el mismo número de robo de carteras.
Por el alboroto que se ha armado una podría suponer que quienes practican la mendicidad se han propagado por toda Noruega, pero las cifras son bastante bajas: en el 2012, Oslo registró a 194 mendigos, de los cuales sólo siete eran noruegos, la mayoría eran provenientes de Rumania.
De aprobarse la ley, el castigo que recibirían los mendigos serían multas o hasta penas de tres meses de cárcel, aunque esto último sería lo más “viable”: “No es acaso absurdo, castigar con multas a aquellos que justamente piden ayuda económica”, preguntó Iselin Nybö del partido Venstre, de corte liberal. El debate se dará este lunes en el Parlamento noruego.