Se llaman vacíos de poder aquellas funciones básicas que el Estado es incapaz de llenar. Se trata de vacantes que no permanecen libres mucho tiempo. Tarde o temprano, la ciudadanía, las organizaciones y hasta el crimen organizado toman esos espacios. En Tamaulipas, los vacíos de poder no podrían ser más absurdos. Ahí, el gobierno no tiene el monopolio de la violencia: ahora pertenece a los cárteles. Por eso, en las escuelas capacitan a los niños contra las balaceras. Así como lo lees.

La escuela Venustiano Carranza, en Ciudad Victoria, cuenta con mil alumnos. Como el edificio se encuentra en una avenida que es constantemente utilizada por los cárteles  para tener enfrentamientos entre ellos o con la policía, los padres de familia, junto a las autoridades de la escuela, decidieron que lo mejor sería enseñar a los niños a resguardarse durante un tiroteo. Ciertamente, no hacen mal: cuando el Estado falla en el control de la violencia, sólo queda aprender a resguardarse metódicamente.

Evangelina Hernández Oliva, quien ahora preside el Consejo de Participación Ciudadana y que es presidenta de la sociedad de padres del plantel, buscará ampliar la capacitan al resto de los planteles.

Los niños cuentan ahora con distintos protocolos: cocodrilo, canguro, tortuga, para aprender a moverse, a quedarse quietos o a correr a las zonas más seguras, según corresponda. Los protocolos son revisados todos los días.

La pregunta que surge es frustrante: ¿cómo exigir a un Estado ausente que regrese a su deber?

Foto: José Tapia
Vía: Milenio

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook