El museo del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau anunció la adquisición de 5 piezas originales de placas con clavos utilizadas por los nazis para tatuar a los prisioneros.
Según Infobae, la adquisición se logró gracias a la donación de una persona anónima.
Elzbieta Cajzer, jefa de colecciones del museo, expresó:
«Adquirimos placas de metal con agujas de un par de milímetros, que, insertadas en un sello especial, creaban un número específico. El hallazgo, recogido en la zona de la ruta de evacuación del campamento, es incompleto: un cero, dos tres y dos seis o nueves [son lo que se ha obtenido]»
El director del museo, Piotr MA Cywinski, dijo:
«Es uno de los hallazgos más importantes de los últimos años. No podíamos creer que las herramientas originales para tatuar a los prisioneros podían ser descubiertas después de tanto tiempo»
El vocero del museo, Bartosz Bartyzel, afirmó que las placas habían llegado hace una semanas y que ya habían confirmado su autenticidad. Este tipo de objetos son muy raros, de hecho sólo hay un ejemplar en el Museo militar de San Petersburgo en Rusia.
Su rareza se puede deber a que sólo fue en Auschwitz en donde se utilizó este tipo de identificación. El tatuaje de prisioneros se inició en otoño de 1941, cuando las autoridades decidieron identificar a los prisioneros de guerra soviéticos.
El procedimiento consistía en tatuar en el lado izquierdo del pecho un número utilizando un sello de metal en el que se insertaban las placas desmontables con agujas. Un sólo golpe con un sello de tinta era suficiente para imprimir todo el número en la piel. Durante la primavera del 42 los nazis decidieron que el tatuaje se haría en el brazo izquierdo.
De 1940 a 1945 un millón de judíos europeos murieron en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau , así como de 70 mil a 75 mil polacos no judíos, 21 mil gitanos, 15 mil prisioneros de guerra soviéticos y de 10 mil a 15 mil prisioneros más. Recordemos que entre las víctimas del Holocausto están testigos de Jehová, comunistas y un considerable número de homosexuales.
Aquí está el anuncio hecho en la página oficial del museo.
Tatuajes para marcar
Uno podría ver el acto de marcar con tinta como una mera manera de indicar un numero que no se puedan quitar las personas para poder llevar un control, pero simplemente el acto de tatuar indica una violencia que se impregna en el cuerpo, es la marca, la huella que la persona tiene que llevar consigo del lugar en el que estuvo y lo que representaba ahí: un número más. Así, este tipo de práctica resulta interesante por el tipo de violencia simbólica que significa fuera de la violencia física o el dolor que se pudiera sentir en ese momento por la introducción de las placas con agujas.
***Vía Infobae (imágenes tomadas de la página del museo)