De las cosas que uno puede encontrarse en el Metro de la Ciudad de México: vendedores en los vagones, bocineros, carteristas, calenturientos que le arriman el mueble a lo que se mueve. Pero esto…
Bueno, habrá que pensar que el cadáver que se encontró ayer en las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo estaba bastante bien escondido, ya que según las primeras informaciones, éste ya contaba con al menos una semana de descomposición… sino, ¿pues cómo es posible que haya pasado tan desapercibido para todo el personal?
La respuesta a tal interrogante nos la intentarán dar las autoridades de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ), ya que también encontraron medio raro que nadie haya notado (u olido) el cuerpo en cuestión, por lo que ya abrieron la respectiva carpeta de investigación.
De acuerdo con la agencia Quadratin, el cuerpo fue encontrado entre las estaciones Observatorio y Tacubaya de la Línea 1 del Metro. El descubrimiento hizo necesaria la presencia de los servicios forenses, para el retiro.
Los primeros reportes de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina (SSP) señalan que el cadáver presentaba fuertes quemaduras en hombros y en la pierna derecha, además de desprendimiento de un tobillo, boca y pierna izquierda.
Se presume que en primera instancia el sujeto se electrocutó (lo cual habría provocado su muerte) y, después de caer a las vías del tren, pudo ser arrollado. ¿Ni los conductores del Metro lo vieron?… así han de ir de concentrados en su chamba.
Hasta el momento se desconoce si el hoy occiso era trabajador del Metro… y, en caso de no serlo, cómo es que llegó hasta el punto en que encontró la muerte y mucho menos qué hacía ahí. ¿Y la seguridad? Pues es que anda muy aplicada en ese gran operativo de “Cero Tolerancia” contra el ambulantaje en el Metro.
