Esta es una de esas notas que jamás quisiéramos publicar, pero debemos hacerlo pues no podemos ignorar la situación que se vive en algunas regiones del país. En esta ocasión hablaremos de Guerrero, uno de los estados mexicanos más golpeados por la violencia, en donde fue descubierta una nueva fosa clandestina.
Lo aterrador no es tanto que en esta fosa hayan sido localizados los restos de 19 personas, sino que esta no sea la primera vez que algo así ocurre, a tal grado de que muchos ya lo veamos como algo normal. Y es que tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, se han encontrado cientos de cuerpos en fosas clandestinas regadas a lo largo y ancho de Guerrero.
En esta ocasión, los cuerpos fueron encontrados la semana pasada en el fondo de una barranca de aproximadamente 500 metros de profundidad, que se encontraba cubierta por piedras y árboles, esto en Chichihualco, municipio de Leonardo Bravo, en la región central del estado.
El descubrimiento fue realizado luego de algunas indagaciones realizados por la Subprocuraduría de Derechos Humanos de la Fiscalía Federal.
“Hasta el momento son nueve cuerpos completos, ocho semicalcinados y restos óseos diversos. De una primera evaluación se puede hablar de 19 personas, pero pueden ser más”.
… declaró una fuente de la fiscalía.
De momento se desconoce la identidad de los cuerpos.
De acuerdo a datos del Gobierno Federal, durante todo el 2014 en Guerrero fueron asesinadas 1,514 personas; para el 2015 la cosa empeoró, pues tan sólo en los primeros diez meses la cifra va en 1,651. Esta violencia en gran medida es provocada por las organizaciones delictivas que buscan hacerse del control de los cultivos de amapola del estado.
Por lo anterior, se han tomado 638 muestras de ADN a familiares de personas desaparecidas, con la finalidad de cotejar estos datos con los cientos de cuerpos que han sido encontrado en todo Guerrero.
Una muestra más de que al menos en materia de seguridad, el 2015 no ha sido para nada un buen año.