¿Se acuerdan que hace poco más de un año les contábamos del terrible incendio que se había dado en este lugar? Pues ahora les queremos chismear que expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) encontraron en la Subestación Buen Tono del Metro de la CDMX varias piezas arqueológicas gracias a las tareas de modernización que se están llevando a cabo aquí.
Encuentran piezas arqueológicas en la Subestación Buen Tono
A través de un comunicado, el INAH dio a conocer que sus expertos encontraron varias piezas arqueológicas durante la modernización de la Subestación de Energía Eléctrica de Alta Tensión Buen Tono, la cual se encuentra entre las calles Delicias y Buen Tono, en la colonia Centro de la alcaldía Cuauhtémoc de la CDMX.
Y no fueron descubrimientos de un solo siglo, pues según el instituto, en este punto de la capital se hallaron una casa habitación asociada a una zona chinampera de la antigua Tenochtitlán, vestigios de su transición en la época virreinal, y una serie de cosas industriales.
Sobre estos hallazgos, el INAH informó que 15 arqueólogos, apoyados por 50 trabajadores, exploraron dos y media hectáreas del predio, dándose cuenta que la zona se transformó con el paso de los años, pasando de una zona residencial y chinampera, hasta un lugar de industrialización porfirista.
¿Qué hay con la vivienda mexica que encontraron en el lugar?
Sobre la vivienda mexica, la responsable del salvamento arqueológico, Alicia Bracamontes Cruz, explicó que en la época prehispánica se encontraba en los límites de dos barrios Yopico y Teocaltitlan, dentro de la parcialidad de Moyotlan, una de las cuatro que conformaban Tenochtitlán.
Sí, los restos de la vivienda se distribuyen en 400 metros cuadrados, mientras que la zona de chinampas consiste en canales delimitados para su comunicación con el resto del islote, y contó con un embarcadero.
Ya adentro del área habitacional, indican, rescataron objetos bajo los pisos de adobe de 11 a 15 centímetros de grosor, como un par de vasijas funerarias que contienen restos óseos de infantes; y un par de entierros asociados con una ofrenda de incensarios, malacates y herramientas para hilar.
Igualmente, debajo de los pisos hallaron una escultura en piedra del Posclásico Tardío, de 60 centímetros de alto, orientada al este y que representa a un hombre con maxtlatl o taparrabo, en posición de lanzar algo. Sobre ésta, especulan que la ocultaron intencionalmente en la época de los españoles.
Por otra parte, la arqueóloga menciona que del asentamiento colonial de los siglos XVI-XVII sobresalen restos de muros, de 50 centímetros de ancho, hechos con piedras unidas con lodo, los cuales daban acceso a cuatro habitaciones y a un patio.
Los baños públicos “Las delicias”
Ya para el siglo XIX, explican que es posible que el terreno lo ocuparan los baños públicos “Las delicias” (por eso el nombre de la calle), a los que asistían personas de clase alta, según crónicas de José María Marroquí.
Sobre esta hipótesis, la arqueóloga Bracamontes Cruz dice que se basa en el descubrimiento de pisos de baldosas de baños con grandes coladeras y un sistema de desagüe en el área noreste de lo que será la nueva subestación.
Y por último, donde estará el edificio de transformadores, se ubicaron cuatro tramos con placas de concreto armado, de ocho por ocho metros y 30 centímetros de espesor, que mostraban en superficie materiales térmicos expuestos a altas temperaturas, posiblemente en hornos; y materiales constructivos de hechura nacional y europea.