Típico estás en una playa, te pones a buscar conchitas y cangrejos en la arena, sigues caminando y de pronto: te topas con un proyectil de la Segunda Guerra Mundial.
A más de 70 años de la Segunda Guerra Mundial, aún se siguen encontrando varios objetos referentes a este conflicto bélico. Apenas en abril hallaron una bomba de la Segunda Guerra Mundial cerca de una estación de trenes en Berlín. Ahora, lo que apareció este lunes fue un obús de unos 30 centímetros de longitud y 20 centímetros de diámetro, en la playa de Vouliagmeni, en las afueras de Atenas.
Vean qué bonita la playa, hasta se parece a Puerto Márquez:
El bañista se topó con este objeto a unos 10 metros de la costa, a unos 3.5 metros de profundidad. De inmediato dio aviso a la Guardia Costera, quienes evacuaron la playa. Al lugar arribó un equipo de artificieros del Ejército de Tierra Griego, quienes realizaron una explosión controlada.
Encontrar este tipo de objetos en Alemania y países circundantes no es tan complicado. Pero ¿en Grecia?
Esto no es del todo descabellado, sobre todo si tomamos en cuenta que el país helénico entró a la Segunda Guerra Mundial en 1940, después de que tropas italianas quisieron entrar en territorio griego desde Albania.
Grecia logró repeler este primer ataque, pero no el que un año después recibió por parte de las tropas alemanas, quienes en menos de un mes irrumpieron desde Bulgaria e invadieron la mayor parte del país mediterráneo, a pesar de que este era resguardado por un contingente británico.
Fue hasta 1944 cuando Grecia fue liberada después de que los nazis retiraron a muchas de sus fuerzas en el país helénico para hacer frente al avance del Ejército Rojo de la URSS.
En esta Guerra Mundial, la población griega fue una de las más lastimadas por el conflicto. Sus bajas sólo fueron superadas por las polacas, soviéticas, alemanas, yugoslavas y húngaras.