Aunque para muchos la reunión que sostuvo ayer Carmen Aristegui con representantes de MVS podría ser la puerta para el regreso de la periodista a la radio, los abogados de la radiodifusora señalaron que dicho encuentro sólo se dio en cumplimiento de lo que el martes ordenó el juez federal Fernando Silva. “El único objetivo es respetar la garantía de audiencia de la señora Aristegui”, aclararon, pero esto no quiere decir que estén pensando en reinstalarla.
Por su parte, a más de dos meses de estar fuera del aire, Aristegui comentó que su único objetivo es el que la empresa para la que laboró durante seis años “respete un contrato vigente en los términos de ética”. Por ello la periodista pidió su regreso y el de todo su equipo, para realizar lo que han hecho en los últimos años: “nuestro trabajo’’.
“El llamado que dejamos es que se haga valer ese contrato en los términos que se ha establecido y creo que es lo mejor que puede pasar para las audiencias que se han visto afectadas en función de que no hemos podido estar al aire, situación que afecta a los periodistas que, en tanto no tengamos la posibilidad y la plataforma para ejercer el periodismo, pues estamos sufriendo una afectación en nuestros derechos’’.
Además de Aristegui y los representantes de MVS, en la reunión conciliatoria realizada en la sede de la empresa estuvo presente José Woldenberg, quien funge como árbitro en la relación contractual… aunque se prevé que el próximo jueves se lleve a cabo una reunión más, los representantes legales de MVS advirtieron que intentarán actuar contra la resolución del juez Silva, ya que consideran que el caso no debería de ser del ámbito administrativo, cuando –para ellos- corresponde al civil.
El abogado de Aristegui, Xavier Cortina, destacó que el regreso de Aristegui a la radio no depende de algún tema económico por lo que “no estamos cerrados ni hay una postura irreconciliable”. Además, remarcó que la reinstalación de su cliente en el fondo es un asunto que tiene que ver con la libertad de expresión de las audiencias, ya que ‘‘aunque la censura se disfrace de diferendo contractual, sigue siendo censura’’.
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