A cuántos no los ha despertado un perro en la madrugada o los ha correteado con miras a arrancarles un cacho de pierna, seguro a muchos… pero si no se les ha ocurrido algo para acabar con el problema, aquí el remedio que da un locutor de radio de La Paz, Baja California Sur:
Fácil: van a la ferretería, compran un buen veneno para ratas y lo untan en un trozo de pan –pueden optar por otro alimento, es al gusto (del perro)- se lo dan al canino y listo: “muerto el perro se acabó el problema”.
El homicida remedio fue dado por el conductor del programa Panorama Informativo, Miguel Ángel Ojeda Aguilar, quien se lamentó de que un perro siempre agrede a una persona cuando lleva a su hija a la escuela.
Obviamente la solución no fue del todo grata para los radioescuchas, quienes le hicieron llegar al Ojete Ojeda algunos cometarios en los que criticaban lo retrógrada del pensamiento del formador de la opinión pública:
“Bueno, usted opina eso y yo opino lo otro… y ahí estamos. Así se trata esto, ¿no? La cuestión es, primero las personas, los seres humanos, los niños, las niñas, los ancianos, cualquier persona que circule debe hacerlo libremente en la calle sin el riesgo de un perro, por muy bonitos que sean”.
Consciente de que más de uno de los que lo escuchaban seguro se la estaban mentando, así concluyó el hombre de soluciones prontas y radicales:
“No es un asunto de muerto el perro se acabó la rabia… pero muerto ese perro se acabó ese problema, ¿no?”
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