Como ya saben, nunca está de más el invertir una lanita extra para asegurar la seguridad de nuestro querido presidente, Enrique Peña Nieto. Por eso, en 2015 se realizó un gasto de nada menos que 3 mil 560 millones de pesos; esta cifra superó en 55.1% a lo aprobado en el Presupuesto de Egresos de la Federación.
Todo esto fue debido a que hubo un aumento de pago en los servicios personales y gastos para cubrir la seguridad y logística a cargo del Estado Mayor Presidencial, el cual tiene como función el mantener seguro al Presidente, así como su familia y mandatarios o altos funcionarios extranjeros que se encuentran de visita en el país.
Pero no nada más fue el asunto de la seguridad de Peña Nieto, porque el gasto también incluyó el aseguramiento de las aeronaves del EMP, pagos de impuestos aduanales por adquisición de bienes y servicios en el extranjero y hasta las refacciones, junto con sus accesorios para dichas aeronaves.
Esta no es la única vez que algo así sucede; en el año previo al inicio de operaciones del muy conocido avión presidencial José María Morelos, se reportó que hubo cargos en el gasto adicional: Cursos de capacitación a pilotos, sobrecargos y personal de mantenimiento. Todo para poder mantener la seguridad en las actividades del Presidente de la República.
Según las palabras de la Presidencia de la República, “se generó una mayor demanda derivada del dinamismo de operación de los vuelos de las aeronaves presidenciales”, las cuales se supone que apoyan actividades “ineludibles” en materia de transportación y seguridad.
No hay de qué preocuparse, después de todo el dinero sobre, ¿no? Aún podemos gastar más, mientras el presidente y su familia puedan salir de paseo con la seguridad que necesitan, no nos quejamos.
Vía vanguardia