Y un buen día decides dejar atrás a la pereza y finalmente comienzas a hacer ejercicio. ¡Felicidades, ya diste el paso más importante!, aunque también debes tener cuidado de no incurrir en conductas que pueden hacer que tu experiencia no sea tan satisfactoria.
Todos sabemos que el ejercicio brinda muchos beneficios a nuestro organismo, sin embargo, estos pueden verse aminorados o de plano desaparecer, a causa de malos hábitos alimenticios, falta de sueño o ignorancia.
Para evitar que hagas ejercicio a lo tonto, y realmente tu salud y apariencia se vean beneficiadas, te traemos una recopilación de los errores en los que incurre el deportista inexperto.
Estos tips son son de Jesús Madrid Mateu, preparador físico y coordinador de fitness de Mocri, empresa que colabora con deportistas de élite en Golf y Fórmula 1; fueron publicados por BBC Mundo:
Alimentación
Una vez más desmentiremos una de las creencias más comunes (y erróneas) respecto al ejercicio: No debes dejar de comer. El mismo Madrid Mateu lo explica mejor:
“El error más frecuente es la creencia que para mejorar físicamente se debe dejar de comer. Lo que hay que cambiar es la composición corporal. No se trata sólo de reducir el consumo de calorías, es necesario mejorar la calidad y la cantidad de los alimentos.
Es muy importante la comida post y pre entreno, deben ser de calidad y ajustadas al tipo de actividad física.
En caso de ser un ejercicio aeróbico sería mejor una entrada más elevada de carbohidratos, pero si estamos hablando de hipertrofia tal vez se necesite buscar un nivel más alto de proteína. No cualquier cosa nos va en ese momento”.
Sueño
Siempre es importante dormir bien, pero lo es aún más cuando hacemos ejercicio. Nuevamente Morci nos da un valioso consejo:
“El problema es que la sociedad nos lleva a tener distintos horarios que nos condicionan mucho el tema del descanso. La gente llega cansada, muy estresada. En España, por ejemplo, la gente suele ejercitarse en la tarde o noche, cuando la gente sale de trabajar. Estamos hablando que ya llevan una jornada de siete, ocho, nueve, diez horas trabajando. Toda esa situación te la llevas a la cama”.
Y claro el rendimiento físico se ve afectado por las pocas horas de sueño.
“Piensa que por la noche se produce el proceso de regeneración de tejidos, tanto cerebrales como físicos. Si no se produce un descanso no hay una recuperación correcta y eso afecta directamente al rendimiento, tanto físico como intelectual”.
Inconsistencia
“Hago ejercicio hoy que estoy motivado, pero mañana y pasado mañana me da flojera y lo dejo ‘para luego’”. La falta de constancia y frecuencia en nuestras jornadas de ejercicio hace que no se logre la correcta interacción entre mente y cuerpo.
De nada sirve ir al gimnasio una vez a la semana y pasarte toda la tarde entrenando intensamente, si el resto de la semana no haces ninguna otra actividad física. De este modo, únicamente te harás propenso a sufrir una lesión.
En cambio, si te ejercitas durante varios días a la semana, distribuyendo la intensidad, regenerarás tu cuerpo y poco a poco lo irás acostumbrando a la exigencia física.
Líquidos
Se sabe que antes, durante y después de realizar ejercicio es importante consumir líquidos para que nuestro organismo esté hidratado. Lo malo es que esto a muchos les da igual, así lo comenta Madrid Mateu:
“Es algo que no estoy viendo que lo haga la gente. No se consume suficiente líquido y hay gente que apenas lo hace a lo largo del día”.
Para colmo hay quienes creen que sirve tomar cualquier tipo de bebida.
“No se puede incluir ni refrescos, ni cerveza ni ninguna bebida que tenga algún grado de alcohol porque no tiene un absorción correcta del organismo”.
O sea, echar la caguama después de la cascarita del domingo en la mañana no es muy sano que digamos.
Y ojo para aquellos que piensan que no sudar es signo de que estás hidratado:
“La sudoración no está relacionada directamente con la ingesta de líquido, es el sistema por el cual el cuerpo regula la temperatura y hay gente que lo gestiona de una manera y hay gente que lo gestiona por otra. Pero es indudable que esos dos o tres litros de agua al día deberían ser imprescindibles”.
Falta de conocimiento
Hacer ejercicio no es sólo ponerse a correr o a cargar pesas como loco. Muchos lo ven como una moda y no ponen atención en detalles que son muy importantes. Si éste es tu caso, Madrid Mateu te dará una lección de vida con estas declaraciones:
“La gente va a una tienda, se compra unas zapatillas, un pantalón corto y comienzan a correr dos, tres, cuatro, cinco kilómetros, y ahora es que estamos empezando a recibir el precio de eso en forma de lesiones, contusiones, rodillas desgastadas, problemas en la columna, en cervicales.
Todo necesita una preparación, hasta correr necesita una preparación y la gente debería antes que nada usar un preparador físico”.
Otro problema es que nunca nos hacemos chequeos para detectar posibles problemas:
“Es necesario hacer una prueba de esfuerzo para saber si hay algún problema cardiaco. Está claro que no todo el mundo sirve para correr porque hacer dos, tres, cuatro kilómetros sobre asfalto es algo muy duro, de mucho impacto sobre el tema de articulaciones, rodilla, cadera, columna y cervicales”.
Y entonces ¿ya nos desanimamos?
Pues no, solamente se trata de hacernos unos chequeos e informarnos bien antes de comenzar a ejercitarnos, a fin de que la experiencia resulte agradable y no algo traumatico.