La Escuela de Georgia para la Innovación y los Clásicos se tomó muy en serio su título de apegarse a lo tradicional —avísenles de la innovación— y regresará los castigos físicos a todos los niños mal portados. La escuela está agarrando fama internacional después de pedirle a los preocupados padres permiso para darle nalgadas a sus chamacos y sí, si miran sus sandalias, habrá tabla.
Todo esto sucede en Hephzibah, Georgia, un pequeño poblado que no supera los 5 mil habitantes y tiene cerca de 50 kilómetros cuadrados de territorio; pero no, esta decisión no fue por una huelga docente, simplemente les gustan los clásicos. “Antes, el castigo físico era la norma en las escuelas y no tenías los problemas que tienes hoy”, le decía el superintendente a WRDW.
La pequeña escuela tiene alumnos desde kínder hasta noveno grado —algo así como tercero de secundaria para los de acá— y casi nadie se va a salvar de las nalgadas con tabla de madera. El superintendente informó que solamente 100 padres negaron el permiso para agarrar a cates a sus hijos.
Como son los gringos, ya lo tienen todo planeado: la tabla va a medir un metro de largo, 15 centímetros de ancho y 2 centímetros de profundidad. Ouch.
Mientras tanto, la manera de recibir la tabla también está perfectamente regulada. “Los estudiantes serán llevados a un cuarto específico, a puerta cerrada. Tendrá que tener ambas manos estiradas sobre sus rodillas o —en su defecto— sobre una mesa (…) No podrán ser más de tres golpes”, dice la circular que envió la escuela.
Si algún padre con clemencia decidió no darle el permiso a la escuela, el precio por salvar las nylons será salir suspendidos por 5 o más días.
De acuerdo a CBS, las nalgadas como castigo siguen siendo legales en 19 estados de Estados Unidos. Obvio, Georgia es uno de ellos pero esta es la única escuela que ha tomado una medida similar. Al menos tan abiertamente.