Ya les hemos presentado historias en las que, sujetos intrépidos son apañados en los brazos de Morrfeo, esto cuando deberían estar chambeando… pero lo que le ocurrió a este empleado de Virgin es de proporciones (casi nunca aplicamos este adjetivo, pero ahí va)… épicas.
Richard Branson, genio fundador de Virgin, decidió darse una vuelta por las instalaciones que su empresa tiene en el aeropuerto de Sydney, Australia. Ahí, se reunió con el crew de la cabina y toda la cosa. Tan agradable fue la impresión que le dejaron sus empleados, que el billonario aseguró:
“Me encanta salir y conocer a las personas que hacen que brille nuestra marca. Tal vez sea el glorioso sol del hemisferio sur o el aire salado del mar… pero los miembros del equipo australiano tienen una sonrisa contagiosa”.
Y sí…
Pero luego, siempre hay alguien que hace quedar mal a la banda…
Cotorrón, como se ve que es, Branson comentó que el sujeto debió haber pensado que estaba soñando, porque a pesar de despertarse, volvió a dormirse de inmediato. Aunque no fue tan duro con el empleado, reconociendo que “estaba en estado de alerta, pero disfrutando de un merecido descanso”.
Bueno, es más leve que cuando a ustedes los han cachando acariciando el monitor mientras ven el “Lunes de Mallitas”.