El ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo ha asegurado que no tienen ningún inconveniente con «pedir disculpas» al presidente boliviano.
El político español expresó que no tenía inconveniente en pedir disculpas «si se ha producido algún malentendido» en el incidente de hace unos días en el cual no se le permitió el paso al avión del presidente boliviano por el espacio aéreo de varios países europeos (entre ellos España).
Ante esto dijo García-Margallo:
«Si ha habido alguna percepción errónea, con toda naturalidad decimos que lo sentimos»
Pero esto ha llamado mucho la atención del mundo entero, ya que la posición de la diplomacia española sostenía que no tenía por qué pedir disculpas. Esto lo dijeron después de la reunión en Cochabamba (Bolivia) de Unasur (cuyos miembros son Argentina, Ecuador, Perú, Uruguay y Bolivia, entre otros) y en la cual exigieron a Francia, Italia, Portugal y España una disculpa por el acto de irrespetuosidad cometido en contra del presidente indígena de Bolivia.
España en ese entonces decía que no tenía por qué disculparse por haber negado su espacio aéreo a Morales y haber puesto su vida en peligro ya que, según ellos, no lo habían hecho. Pero bueno, hoy cambiaron su postura.
Ahora dicen que se disculpan ante el probable malentendido que se podría haber ocasionado por la visita del embajador de España en Austria, Alberto Carnero, el cual le había propuesto a Morales «tomarse un café en el interior del avión» para comprobar si efectivamente no viajaba Snowden dentro de la nave.
García-Margallo dijo, además, que no podía decir el origen del rumor de que Snowden estaba en el avión, aunque admitió que era por parte de un país aliado.
Además dijo que si Snowden hubiera pisado suelo español, inmediatamente se hubiera aplicado el convenio de extradición con Estados Unidos.
También confirmó que Carnero, el embajador de España en Austria, estaba dispuesto a «aclarar si había alguna percepción errónea».
(¡Ay! Los europeos, alegando que los demás son los que están locos y ven cosas donde no las hay)
***Vía el País (España) La Jornada