Especialistas en inteligencia artificial escribieron una carta abierta dirigida a las Naciones Unidas en la que les solicitan actuar y regular las armas y robots autónomos letales. Los que firman esta petición son 116 especialistas y líderes de compañías de 26 países; entre ellos destacan Elon Musk (Tesla) y Mustafa Suleyman (Google).
Las Naciones Unidas votaron recientemente para comenzar discusiones formales con respecto a este tipo de armas –entre ellas, drones, tanques y pistolas automáticas–. Es por eso que este grupo de especialistas decidieron escribir la carta. “Como compañías desarrolladores de tecnologías de Inteligencia Artificial y Robótica que pueden ser utilizadas para desarrollar armas autónomas, nos sentimos especialmente responsables de alertar acerca de esta situación”. En el documento informan del peligro que el mal uso de la robótica y la inteligencia artificial pueden ocasionar en nuestro planeta:
Las armas autónomas letales amenazan con convertirse en la tercera revolución en la guerra (después de la pólvora y las armas nucleares). Una vez desarrolladas permitirán que los conflictos armados escalan más que nunca y a una velocidad mucho mayor a la comprensión de los humanos. Estas pueden ser armas de terror, armas que déspotas y terroristas usen en contra de poblaciones inocentes, y pueden ser armas hackeadas para comportarse de manera indeseada. No tenemos mucho tiempo para actuar. Una vez que la Caja de Pandora se abra, será difícil de cerrar.
Esto no es algo nuevo, Elon Musk, uno de los firmantes, constantemente alerta acerca de los peligros de la inteligencia artificial y hasta ha entrado en discusiones con MarK Zuckerberg, ya que el magnate de Facebook tiene una visión mucho más positiva al respecto.
Por su parte, Toby Walsh, profesor de inteligencia artificial en la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Sidney, afirma que “Casi toda la tecnología puede ser usada para bien o para mal, y la inteligencia artificial no es diferente en ese aspecto. Puede ayudar a solucionar muchos problemas que enfrenta la sociedad actualmente: desigualdad y pobreza, los restos del cambio climático y la actual crisis financiera. Sin embargo, esa misma tecnología también puede ser usada para industrializar la guerra con armas autónomas”.