Luego de una exitosa administración, el expresidente de Uruguay, José Mujica, tomó protesta como legislador… pero no sólo eso. También se hizo presente como apoyo a la campaña que su esposa, Lucía Topolansky, emprendió para obtener la Intendencia de Montevideo.
Por si esta situación les hace recordar a los coqueteos que Marta Sahagún tuvo con la idea de lanzarse a la política, no va por ahí. Quizá –con sus debidas distancias- el caso es más parecido al de Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón… es decir, si tiene una carrera política.
Topolansky es senadora y en su discurso pronunciado en el lanzamiento oficial de su campaña electoral, recordó las tres bases de su propuesta política: convivencia, medio ambiente y transporte, además de establecer una visión parecida a la de su marido, en cuanto a la manera de gobernar:
“Porque gobernar es administrar bien, es pensar en la gente y recoger sus problemas, y porque, (…) al final de la cuenta nos tendríamos que preguntar qué no hace la Intendencia (de Montevideo)”.
En el primer acto de campaña no podía dejar de tomar el micrófono el ex presidente José Mujica, quien así describió a su mujer y quizá futura administradora de la capital uruguaya:
“Si tuviera que definir a esta compañera la definiría con la fuerza femenina de una abeja que va, y va, y v (…) No es la fuerza estridente de los hombres, muy afectos al autobombo, es la fuerza que casi no se ve pero construye panales y da lo mejor de sí”.
Previendo las posibles críticas por “aprovechar” la imagen que dejó como presidente, para ahora impulsar a su esposa en la contienda por la intendencia de Montevideo, Mujica destacó la necesidad de “desterrar el descrédito de la política” y aseguró que volverá a recorrer el país en autobús, tal como lo hizo cuando era diputado.
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