Ayer la noticia del día fue el tiroteo que se registró a las afueras del Capitolio (Washington). Al principio todo era muy confuso pero, paulatinamente, se supo que el tiroteo fue el final de una persecución que comenzó con un auto que se pasó una barricada en la Casa Blanca.

La conductora era una mujer de 35 años llamada Miriam Carey. Carey era una higienista dental de Stamfor, Connecticut. Esto se supo ya que el auto estaba registrado a su nombre, así que la hipótesis es que ésta fue la mujer que reventó la barricada en la Casa Blanca y provocó la persecución a lo largo de la avenida Pennsylvania que terminaría con el tiroteo a las afueras del Capitolio y la muerte de ella.

No había ninguna señal de que esta mujer estuviera armada, los policías se dieron cuenta porque al empezar los disparos, no recibieron ningún disparo en respuesta. La mujer viajaba con su hija, después del incidente la policía se llevó en custodia a la niña.

La historia de Carey es la de una mujer que había terminado la Universidad y que se había establecido como higienista dental. La madre de la mujer dijo que Carey había sufrido una depresión posparto, pero que no tenía ningún historial de problemas mentales.

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Cuando se le informó a su hermana lo sucedido, ella contestó:

«No es posible. Ella trabaja, ella tiene un trabajo»

«Ella no iba estar en DC. Estaba en Connecticut hace dos días. Hablé con ella»

Cerca de 100 agentes del Servicio Secreto, el FBI y la Policía de Connecticut y Stamford, registraron el apartamento de Carey, retiraron cajas, bolsas y una computadora.

En la inspección participaron miembros del equipo de materiales peligrosos, un escuadrón de bombas y un robot. El robot fue lanzado primero para averiguar si no había algún aparato peligroso dentro del departamento, pero después del registro no encontraron más que un apartamento normal, común y corriente.

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El único incidente que tuvo Carey en su vivienda fue cuando le robaron las llantas de su coche. Según un vecino, el incidente fue porque le robaron las llantas de su vehículo a pesar de que ella y sus vecinos pagaban por cámaras de seguridad. Según él, Carey era muy educada y tranquila.

Otro vecino aseguraba que ella era muy cuidadosa con su automóvil, que siempre lo tenía en buen estado:

«no creo que le hubiera gustado que se rayara de esa forma»

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Sus excompañeros de escuela recuerdan que ella era una mujer dulce y tranquila, además de que siempre hablaba de salirse del lugar donde se crió para empezar una vida mejor, así que llegó a Stamford, Connecticut, lugar donde cuidaba a su hija.

Una se sus compañeras de la Universidad (con la que alguna vez fue a Cancún de vacaciones), dijo que ella nunca había sido violenta, no era problemática, es más, hasta evitaba hablar de política.

Windley (la amiga de Carey) expresó que la mujer no tenía muchos amigos ya que su forma de ser podía parecerle «arrogante» a los demás, pero, para su amiga, es lo más negativo que se podría decir de ella.

Así que aparecen muchas preguntas al respecto: ¿Por qué no se detuvo? ¿Por qué hizo lo que hizo teniendo a su hija abordo? ¿Qué llevaría a una mujer como ella a hacer algo así?

Además, es de llamar la atención que nadie está haciendo un escándalo porque la policía disparó a alguien desarmado. Mientras leíamos los comentarios en varios medios estadounidenses, nos dimos cuenta de que algunas personas pensaban que era lo justo por haber reaccionado como ella reaccionó. Parece que a nadie le importa saber qué puede empujar a una mujer de este tipo a hacer lo que hizo. En fin. Esperemos que las investigaciones puedan darnos una respuesta satisfactoria a este terrible hecho.

****Vía The Washington Post

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