Octubre comenzó con la noticia de que Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos, había dado positivo a coronavirus. Un hecho que impactó de mil maneras a todo el mundo, sobre todo cuando horas después se dio a conocer que el mandatario estadounidense había sido trasladado a un hospital militar para que fuera atendido.
Debido a su edad y condición física, Trump forma parte del grupo de riesgo ante el COVID-19, razón por la que el mundo entero está atento sobre la condición del presidente de EU. Sin embargo, los informes médicos cada vez están siendo cada vez más confusos, pues aunque unos dicen que Donald Trump está evolucionando de manera perfecta, otras fuentes aseguran que el estado de salud del mandatario es preocupante.
Los informes médicos de Donald Trump son confusos y contradictorios
Como recordarán, el viernes 2 de octubre la Casa Blanca dio a conocer que Trump comenzaba a presentar síntomas de coronavirus, por lo que se tomó la decisión de llevarlo al Walter Reed National Military Medical Center, en Maryland, para que fuera atendido y estuviera bajo observación médica. Siempre reafirmando que todo era parte de un plan y no había de qué preocuparse.
Sin embargo, este sábado 3 de octubre el panorama cambió drásticamente luego de que el médico de la Casa Blanca, Sean P. Conley, dijera en una rueda de prensa que Trump estaba evolucionando bien a la enfermedad y todos estaban felices por ello. Una noticia que posteriormente desmintió una fuente anónima y muy cercana al presidente, quien dijo que el estado de salud de Donald Trump no pinta nada bien.
Una fuente cercana al mandatario afirma que su condición de salud es algo delicada
De acuerdo con la agencia Associated Press (AP), el jefe de gabinete de Trump, Mark Meadows, informó de manera anónima (o eso intentó al principio) que la condición de Donald Trump en estos momentos era “muy preocupante”, por lo cual los siguientes días serían decisivos para ver si existe un cambio positivo o negativo en su estado de salud.
Lo anterior se piensa considerando que la carga viral del COVID-19 es mayor durante los primeros cinco a siete días. Sean P. Conley afirmó en la conferencia que Donald Trump lleva tres días con la enfermedad hasta este sábado (comenzó con leves síntomas el 1 de octubre), por lo que entre domingo y lunes podría presentar síntomas más intensos.
Los estadounidenses ya no saben con quién informarse sobre el estado de salud de Trump
Por otro lado, si bien el médico de la Casa Blanca evitó contestar las preguntas de los periodistas en cuanto a Trump y sus síntomas de COVID-19, Conley indicó que hasta el momento el presidente no ha necesitado oxígeno. De nueva cuenta, una mentira que posteriormente Mark Meadows derribó al contarle a AP que Trump recibió ayuda para oxigenar durante el pasado jueves.
La tensión en cuanto a su estado de salud sigue siendo un tema bastante confuso para sus detractores y simpatizantes. No sólo por el futuro de las próximas elecciones presidenciales, también porque no se sabe a ciencia cierta si los médicos de la Casa Blanca están dando a conocer el verdadero estado del presidente estadounidense.
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