Así como hay chavitos a los que nadie pela y ni a una fiesta los invitan a pesar de que ellos aseguran ser la “pura onda” por tener quién sabe cuántos miles de seguidores en Twitter… así tenemos gobernadores en México, cuyo deseo de popularidad cae en lo enfermizo (e incluso patético), a tal grado que tienen que recurrir a “falsos” seguidores para dar la ilusión de que son harto reconocidos o influyentes en las redes sociales.
Obviamente esta práctica política va más allá de sólo convivir… Como escribe Emmanuel Ameth de Forbes:
“Si bien el costo por seguidor falso es relativamente bajo –de alrededor de 16 centavos–, el costo social es alto, pues quienes recurren a esta práctica, según un reportaje de la BBC, también ocupan dichas cuentas como “un arma política que lo mismo sirve para apoyar que combatir propuestas y atacar a personajes críticos”.
Así que vamos dudando (muchos ya lo hacen) de la exagerada difusión que tenga el que un gobernador inaugure un paso peatonal o el que parezca que a un político todo mundo se le vaya a la yugular por irse a echar unos tacos…
El número uno del ranking fake lo lidera el gobernador de Hidalgo, José Francisco Olvera Ruiz, que de su total de seguidores en Twitter sólo el 27% es real, el demás es creado a base de perfiles falsos, “es decir, cuentas con escasa o nula actividad que interactúan poco en la red social”… claro, también de los famosos “bots”: “es decir, cuentas con escasa o nula actividad que interactúan poco en la red social”.
Ni enseñando chichi o subiéndose al metro el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, cuenta con un apoyo real: es el segundo gober más fake en la red del pajarito… y así los demás. Ni uno se salva… bueno, sólo el de Tlaxcala, porque ni Twitter tiene.
¿Y qué tal los miembros del gabinete presidencial?
Pues nomás chequen. “Sorpresivamente” Enrique Peña Nieto es el miembro del grupo presidencial más fake: de los más de 3 millones de seguidores que según tiene, sólo el 29% es real…
Este ejercicio balconeandor lo realizó Ameth con la herramienta TwitterAudit, la cual toma una muestra de 5 mil seguidores. los cuales “son evaluados en función número de tweets y fecha del último publicado, así como el alcance de las publicaciones de los mismos hacia sus respectivos seguidores”. La confiabilidad es del 99% en poblaciones infinitas.
¿No que muy transparentes? Pues según… “Es curioso que los gobernadores se califiquen a sí mismos como íntegros, cuando para ello, por definición, deben conducirse de manera recta, probada e intachable en todas las actividades que realizan, incluso en las más pequeñas, como es el manejo de sus redes sociales”…
Si por un retweet hacen esto, qué no harán para obtener otras cosas…
@plumasatomicas