La Unión Europea tuvo elecciones Parlamentarias y por primera vez, los eurodiputados no serán unos burócratas aburridos sino políticos de verdad.

En este mundo complicado hay cosas que podrían aspirar a la corona de los más malditamente complicado y, de entre ellas, la que bien podría quedársela es la Unión Europea (UE).

La organización del “gobierno” (no es un gobierno) de la “confederación” (no es una confederación) europea es tan complejo que ni los mismos tipos que trabajan ahí la entienden. En el “parlamento” (no es un… bueno, supongo que ya entendiste la idea) pasan horas discutiendo las facultades que tienen y también las decisiones que pueden o deben tomar para establecer el futuro de la comunidad económica más importante del mundo.

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El asunto es muy complicado, pero hay un par de cosas que definitivamente debemos comprender porque afectan nuestras relaciones internacionales, es decir, nuestros negocios, es decir, tu bolsillo. Pero también es importante comprenderlo porque en el Parlamente Europeo (PE) están pasando cosas muy importantes, cosas que podrían poner en peligro la unidad y la paz entre las naciones de esa comunidad y que seguramente tendrán efectos de este lado del charco.

Aquí te explicaremos paso a pasito las cosas más básicas que debemos comprender sobre las elecciones del Parlamento Europeo.

La Unión Europea no siempre ha sido lo mismo

Aunque estrictamente hay Unión Europea desde hace varias décadas, la UE contemporánea fue resultado del establecimiento de un acuerdo económico llamado Tratado de la Unión Europea, que entró en vigor el 1 de noviembre de 1993. Sí, lo sabemos, las fechas son aburridas, pero créenos, en este caso son importantes. Por aquellos días, los europeos la pasaban bastante chido con las rentas petroleras de sus propios territorios, del Medio Oriente y de América Latina, regiones todas que aceptaban muy felizmente sus créditos y que también creían pasarlo cool… hasta que no. En fin, ellos estaban bastan chévere y, con el tiempo, decidieron extender su comunidad más allá del ámbito económico. Así, la Unión Europea ha ido evolucionando hasta convertirse en una comunidad con beneficios de derecho para los habitantes de los territorios que la conforman.

La Unión Europea tiene un complejo sistema administrativo. Esto se debe, claro está, a que se mantiene en constante cambio. Con el tiempo, pasó de tener órganos de administración económica a tener instituciones de organización de derecho, en las que los temas políticos son cada vez más importantes.

¿Qué diablos significa esto? Bueno, básicamente quiere decir que los asuntos sobre derechos, unidad política de los miembros, e importancia de los intereses de la comunidad en general a la hora de tomar decisiones locales en cada país, son parte de un juego cada vez más importante y por eso necesita mejores reglas.

¿Y qué se necesita para entrar a la Unión Europea?

Para que un país sea miembro de la Unión Europea debe cumplir con ciertos requisitos: una inflación que no puede ser mayor de 1.5% de la del país con mayor inflación en la comunidad, una deuda no mayor al 60% de su Producto Interno Bruto y un gobierno bien administrado que no exceda sus gastos más allá del 3% de su presupuesto anual. En fin: el país debe demostrar que no se va a arrastrar a la comunidad a una crisis por no poder sostener ni su propia economía.

La crisis de Grecia

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Más o menos algo así fue lo que llevó a la Unión Europea a la peor crisis económica de su historia. Recapitulemos algunos eventos tenebrosos del pasado. Es posible que recuerdes que en 2007, Estados Unidos cayó en una crisis que llegó a un punto muy agudo en 2009. Está crisis se debió al confiado sistema crediticio de nuestros vecinos del norte, en el que obtener un préstamo o una hipoteca era tan fácil como presentarse en el banco.

En general, el sistema estadounidense se basa en la deuda. Los gringos le deben a su gobierno y al banco, el gobierno y el banco le deben a otros países y esos países consumen los productos gringos: un círculo que creían perfecto. Justo en aquellos años, este sistema demostró no ser la mejor idea del mudo: la guerra y algunas relaciones fallidas con naciones que decidieron suspender relaciones con Estados Unidos (principalmente en Sudamérica), alteraron los precios del mercado estadounidense. Cuando todo está más caro, tienes menos para pagar tus deudas, así de simple. La suspensión de pagos por parte de los clientes bancarios hicieron que el sistema se desplomara y bueno, pasó lo que pasó.

El problema fue que muchas naciones dependían fuertemente de Estados Unidos, entre ellas, Grecia, que, aunque forma parte de la Unión Europea, apostó fuerte por los gringos. El efecto fue dominó: Estados Unidos cayó, Grecia cayó, y la Unión Europea tuvo que hacer un fuerte préstamo a Grecia para que se levantara del lodo, pues, de lo contrario, la continuación de su caída terminaría siendo aún más cara para las naciones miembros. Grecia no fue la única afectada: España e Italia sufrieron consecuencias similares, a las que debemos aumentar el precio de apoyar a Grecia y en fin… un cuento de nunca acabar, o al menos, de muy, muy, muy difícil acabar…

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¿Y todo esto qué tiene que ver con las elecciones del Parlamento Europeo?

Bueno, si te hubiéramos dicho a secas que los “eurofóbicos” ganaron muchos escaños en el Parlamento este año, quizá  no hubieras entendido qué diablos significa eso, por qué es importante ni por qué sucedió, pero ahora vas a ver claramente cómo está la cosa por allá.

Según la última euroencuesta, 75% de los españoles aseguran “no creer” en la Unión Europea. Una actitud así es bastante comprensible en uno de los países más golpeados por la crisis, pero no están solos: las elecciones de eurodiputados han sido vistas entre los ciudadanos en los países miembro como un proceso sin mucha trascendencia y sin mucho impacto en su vida diaria. Año con año hay menos participación en estas elecciones, pero también, año con año aumentan las facultades del Parlamento.

Para no hacer el cuento largo, el Parlamento Europeo es algo así como la cámara de representantes de la Unión Europea y, a la vez, una especie de cámara legislativa muy limitada. No tienen capacidad de iniciativa, por ejemplo, sino que sólo pueden debatir las iniciativas enviadas por el Consejo, que tiene facultades ejecutivas. El Parlamento Europeo no puede discutir leyes para códigos civiles o penales, por ejemplo, lo que más bien cae en manos de los parlamentos nacionales. En general, todo lo que discuten estos chicos es de un carácter bastante burocrático (¡huev#!) y tiene más que ver con detalles de administración de los recursos de la Unión que con la gente y las tendencias políticas… hasta ahora.

Resulta que es una tendencia general en política que, cuando se pasa por una crisis económica, se culpe a un elemento “externo”. Esto explica la radicalidad que se presenta en distintos parlamentos nacionales de la región. La ultraderecha, que culpa a los extranjeros, está ganando sillas en varias cámaras de Europa. La ultraizquierda, que busca cortar de lleno con el modelo económico de libre mercado en que se se basa la UE, también ha cobrado cierta fuerza en la región, haciendo perder terreno a las posturas moderadas.

El problema entonces es que cuando la economía parece ir mal, se radicalizan las posturas políticas y  la cooperación entre países disminuye.

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Por primera vez en la historia, el Partido para un Reino Unido Independiente (UKIP) resultó ganador en la elección para eurodiputados en Inglaterra.

¿Y cómo llegaron todos esos tipos ahí?

Como ya te hemos dicho más arriba, todos los procesos relacionados con la Unión Europea son tan complicados que te harían querer vomitar si intentaras comprenderlos todos de una sola vez. Para que comprendas cómo llegaron esos tipos ahí, podemos, sin embargo, resumir el proceso de selección de los eurodiputados así: se eligen como a cada país le dé la gana.

En efecto, cada país tiene derecho a elegir el proceso de selección para sus representantes. En términos generales, hay dos:

  • Elegir a los candidatos directamente de una lista. Si de tu distrito electoral saldrán 12 eurodiputados, puedes elegir 4 moderados, 4 de extrema derecha y 4 de extrema izquierda (en un caso hipotético: sería de locos que hicieras algo así). Este es el caso de Austria, Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, los Países Bajos, Polonia y Suecia.
  • Elegir una lista predeterminadas de candidatos. En este caso, cada partido o tendencia ofrece una lista determinada con sus candidatos, y tú, como ciudadano, sólo puedes votar una lista entera de entre las presentadas. En otras palabras, sólo puedes votar de golpe por los 12 de la opción moderada, los 12 de la opción extremista o por los otros 12 extremistas. Este método es el aplicado en Alemania, España, Francia, Grecia, Hungría, Portugal, Reino Unido con la excepción de Irlanda del Norte y Rumania.

Cuando hay elecciones en tu país, lo más común es que sepas a qué partido pertenece un candidato antes de votar por él. Este no es exactamente el caso de los eurodiputados. Cuando los ciudadanos eligen una lista, lo hacen bajo las opciones ofrecidas por los partidos nacionales. Sin embargo, una vez electos, los eurodiputados se afilian a uno de los bloques políticos internacionales del Parlamento Europeo. Lo normal es que se afilien al bloque más parecido a su tendencia ideológica, pero como en todo, hay sorpresas.

En el Parlamento hay 7 grupos actualmente, más los diputados no afiliados a ninguno. Los 7 grupos son:

Grupo del Partido Popular Europeo (PPE): Alianza demócrata cristiana formada por partidos de centro y derecha que defienden una economía de libre mercado con conciencia social que promueve el liberalismo y la libertad individual

Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D): Grupo de centro izquierda formado por la unión de partidos laboristas y socialdemócratas que defienden los principios de libertad, equidad, solidaridad, diversidad y justicia. Como consecuencia de la crisis, sus principales objetivos son luchar contra el desempleo y hacer los mercados más justos.

Grupo de la Alianza de los Liberales y Demócratas Europeos (ALDE): Grupo liberal con una agenda progresista que se encuentra en el centro del espectro político y defiende la economía de mercado en una Europa más integrada. También defienden una economía sostenible más competitiva.

Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea (Los Verdes/ELA): Coalición de dos partidos progresistas: el ecologista y socialista Partido de los Verdes Europeos, que defiende una Europa con un desarrollo más sostenible y no quiere subordinar los derechos sociales a los intereses económicos y, por otro lado, Alianza Libre Europea, una asociación de partidos nacionalistas progresistas que representan los intereses de las naciones sin Estado y las minorías.

Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (CRE): Grupo de partidos de centro derecha que promueven una economía liberal de mercado pero defendiendo la soberanía nacional y la integridad de los estados. Se oponen a la idea del federalismo europeo.

Grupo de la Izquierda Unida Europea/Izquierda Verde Nórdica (IUE/IVN): Confederación de partidos de izquierda, muy críticos con el modelo económico de la Unión Europea, modelo basado radicalmente el la lógica de competición orientada al mercado. En cambio, defienden un proceso de integración de Europa igualitario, pacífico y sostenible basado en la solidaridad internacional.

Grupo de Europa de la Libertad y la Democracia (ELD): Grupo euroescéptico opuesto al proceso de integración europea. El EFD exige respeto por la soberanía nacional, es muy crítico con la burocratización de Europa y rechaza la creación de un “superestado europeo centralizado”.

El Parlamento Europeo por fin hará política…

Básicamente, son eurofóbicos o euro-escépticos aquellos diputados que buscan ganar autonomía para su país frente a los demás, al tiempo que cierran fronteras. En breve, se trata de aquellos que están esencialmente en contra de la Unión Europea.

Es comprensible el triunfo de los eurofóbicos en estas elecciones: la gente está cansada de ver su bolsillo disminuido porque algunas naciones no pueden con su propia economía y arrastran a las demás, o bien, porque la Unión no ha demostrado ser suficiente para sacar a su propio país del atolladero.

Según el conteo final, los 751 eurodiputados quedaron repartidos así:

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Ok, sabemos que los eurofóbicos no son LOS más numerosos de la elección, pero ciertamente, son mucho más que en cualquier otro año.

Las izquierdas y derechas moderadas siguen ostentando la mayoría en el Parlamento, pero por primera vez, los votos de los eurofóbicos serán moneda de cambio real para las decisiones políticas: los moderados tendrán que ganar su favor para inclinar la balanza a cada uno de sus lados, lo que implica que tendrán que ceder en algunas de las demandas de los extremistas. Adiós a la vieja administración burocrática del Parlamento, hola a la verdadera política.

De esta manera, la Unión Europea entra a a una nueva etapa en su historia en la que volver a endurecer las fronteras y las relaciones económicas se ha vuelto una posibilidad real.

El mundo entero ha volteado a ver a Europa el día de ayer, pues los resultados de la nueva y verdadera política al interior del Parlamento determinarán las relaciones económicas entre todas las naciones del planeta.

 Vía:  The Guardian, El País , Europa Press, Deutsceh Welle

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