Como cuando ni pa’ robar eres bueno y de encima molestas a todos los vecinos. Este miércoles, una fuga de combustible clandestino —o huachicol, como se le conoce popularmente— ocasionó que evacuaran a más de 2 mil personas en Guanajuato.

De acuerdo a Reforma, la toma de combustible estaba en el Municipio de Villagrán y el desastre alcanzó también a la comunidad aledaña de Cortázar.

Personal de Protección Civil tuvo que evacuar a familias de cuatro colonias distintas y un fraccionamiento, por los riesgos que presentaba la posibilidad de una explosión. De manera “extraoficial”, dice Reforma, cerca de 40 personas tuvieron que ser atendidas por síntomas de intoxicación.

Y para que la tercera venida del recalentado les haga daño del coraje, uno de los lugares evacuados de emergencia era un asilo con personas de la tercera edad.

Específicamente, la fuga se presentó en un oleoducto en el tramo de Tula-Salamanca. El personal de Pemex le decía a La Jornada que van a poner una denuncia ante la PGR por el robo de combustibles. “Genera un daño patrimonial al país al ser vandalizadas instalaciones que son propiedad de la nación”, explicaban.

Las autoridades del Municipio de Villagrán habilitaron la Casa de la Cultura en el municipio para que funcione como un albergue temporal y también pusieron a disposición del público un salón de usos múltiples.

Mientras tanto, en el Muncipio vecino de Cortázar, personal de salud atendió a todos los que llegaron al jardín central con síntomas de intoxicación.

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