En este país donde parece que lo peor que le puede pasar a un político es ser removido de su puesto, para después regresar… Bueno, en el caso de Reyna García, tardará un poco.
Fausto Vallejo, el gobernador de Michoacán, se vio en la necesidad de prescindir de los servicios de su secretario de Gobernación, Jesús Reyna García, ya que no se veía muy bien que alguien que está siendo investigado y presumiblemente tuvo sus “queveres” con los Caballeros Templarios sea parte de su administración.
Mediante un comunicado, Reyna García fue enterado que Vallejo prefirió removerlo, ya que además de no querer que lo salpique, por el momento se verá más que imposibilitado para trabajar: el ex secretario será arraigado por 40 días, en lo que se profundiza en las investigaciones.
Aunque todavía no cuenta con alguien que le cuide el changarro en lo que él arregla sus problemas de salud, tal como lo hizo Reyna por 90 días, Vallejo señaló que en breve designará a su nuevo secretario de Gobernación.
Por otra parte, en dicho comunicado, Vallejo no dio ninguna señal de apoyo a su colaborador… ahí que se las arregle: “aunque el licenciado J. Jesús Reyna García se ha venido desempeñando como un colaborador eficiente, esto no lo exime de responder por las conductas personales que le sean señaladas, pues la aplicación de la ley debe ser sin distingos”.
Fuentes federales revelaron que además de nexos familiares con Servando Gómez “La Tuta”, hay indicios de que Reyna García tiene participación en ese grupo criminal, debido a revelaciones que hizo Manuel Gutiérrez Mesinas, “El Mani”, colaborador de Enrique “Kike” Plancarte, otro dirigente de esa organización, muerto el pasado 31 de marzo en el estado de Querétaro, por elementos de la Secretaría de Marina.
Vallejo, quien nunca notó que su mano derecha en el Gobierno de Michoacán tuviera su “movida”, reiteró “su absoluta convicción con la legalidad y el respeto a las instituciones, por lo que manifiesta su confianza en la imparcialidad de las autoridades y el debido proceso”.