El ex futbolista uruguayo de 32 años Ruben Fernandez simuló su secuestro para quedarse con el dinero del rescate y pagar sus deudas de juego.
Rubén Fernández tiene 32 años, jugó en un equipo nada importante en su pais y está detenido en una delegación de Montevideo a la espera de declarar (y verse totalmente como un idiota) ante el juez. El ex futbolista simuló su secuestro para quedarse con el dinero del rescate y pagar sus deudas de juego. 70.000 pesos uruguayos, y unos 3500 dólares, dinero que debía depositar en el gremio de jugadores.
El martes, Fernández el “secuestrado” comenzó su día normal. Llevó a sus hijos a la escuela, luego depositaría un dinero en la Asoociación Muntual de Futbolistas Uruguayos, después recogería a sus hijos para regresar a casa. En la tarde, desde la escuela llamaron por teléfono a la esposa de Ruben avisando que los niños seguían en el colegio, que nadie había pasado a recogerlos. La mujer fue por sus hijos, regresó a la casa, esperó a su marido (seguramente pensó que se fue de borracho) y después de esperar unas horas, decidió hacer una denuncia en la seccional 10 del barrio de Pocitos.
El miércoles, el celular de la esposa de Fernández recibió dos mensajes de texto: “Tenemos a tu marido” y “andá juntando dinero”.
El jueves, Fernández apareció a unas cuadras de su casa en el barrio Las Acacias y le dijo a su mujer y a la policía que tres hombres lo habían secuestrado dos días antes, poco después de haber dejado en la escuela a su hijos. Afirmó que logró su liberación entregando el dinero que debía depositar La policía no creyó esa versión, encontró contradicciones y un video de la terminal de ómnibus de Tres Cruces en la que Fernández aparecía caminando muy contentito a la hora que dijo haber sido secuestrado. Finalmente, el ex jugador confesó que simuló toda la situación para pagar deudas por su afición al juego. Deberá decirle al juez donde está el dinero, que no apareció.
