Por Regina Gómez, Andrea Pliego y Elisa Caballero 

En tiempos de covid, nuestra vulnerabilidad se ha manifestado en prácticamente todos los aspectos de la sociedad. Uno particularmente afectado ha sido la economía. Es por esto que, ante situaciones extremas como la actual, es necesario preguntarnos si existen otras formas de pensar la gestión de los recursos para reducir esa vulnerabilidad; incluso, de establecer formas de vida sostenibles. 

En la economía de mercado neoliberal capitalista que tenemos hoy en día, todo aquello que necesitemos o deseemos solamente podremos obtenerlo a través de intercambios monetarios. Bajo este paradigma, se considera que cualquier otra forma de asignación de recursos es imposible. 

Hemos aprendido que el valor de los bienes y servicios está fijado por el mercado, a través de los precios. En última instancia, el dinero es lo que legitima una necesidad. Si no tienes dinero para comprar alimentos o pagar una vivienda, de acuerdo con las leyes del mercado, puedes morir de hambre o vivir en las calles. En México y en el mundo, las desigualdades económicas y las condiciones laborales precarizadas legales no hacen más que crecer. 

Un mundo en el que el sólo hecho de ser una persona habitante de este planeta no sea suficiente para merecer una vida digna, alimento y cuidados, muestra un sistema que está mal en lo profundo de sus raíces. La locura de este momento de la historia se manifiesta, entre muchos otros ejemplos, en que solamente quien tiene dinero, tiene derecho a vivir

Por todo lo anterior, en el artículo de hoy, les queremos presentar otras visiones sobre la economía que ya existen y que funcionan como una resistencia constante frente a la lógica individualista, competitiva y de consumo. 

Cooperativismo

Una cooperativa es una asociación de personas que se une para alcanzar ciertos fines económicos, organizativos y/o culturales de forma democrática y horizontal. En las cooperativas, cada integrante tiene derecho sobre las decisiones y generalmente tienen reparto colectivo de utilidades. Es una forma de organización que pone los intereses y necesidades de las personas que la componen al centro. La cooperación es tan antigua como las sociedades mismas; sin embargo, los movimientos cooperativistas germinaron con la industrialización.

Esta forma de organización sigue vigente y vibrante; empodera a las personas y les permite organizarse de formas distintas a las impuestas por la economía de mercado.

Algunos ejemplos en México de cooperativas exitosas son:

Las Cañadas

A las Cañadas las mencionamos en nuestra entrega anterior. Además de ser un proyecto interesantísimo de educación ambiental y modos de vida sostenible, también son una cooperativa que busca relaciones justas y solidez económica.

¿Cuánto nos cuesta vivir? Una experiencia en el centro agroecológico Las Cañadas

Cooperativa Artesanas Unidas de Larráinzar

Las cooperativas también  pueden ser una herramienta para empoderar a las mujeres a salir de condiciones de vulnerabilidad económica y exclusión social. Tal es el caso de esta cooperativa de artesanas que, entre sus objetivos, está el apoyar a las mujeres, madres solteras y a las que necesiten autoemplearse para mejorar su situación económica.

La Imposible

Esta cooperativa de consumo en la Ciudad de México se autodefine como una red de productoras y consumidoras que fomentan la producción saludable, consumo consciente, economía solidaria y el apoyo mutuo, a través de la venta y compra de alimentos y otros bienes. 

Dinero alternativo

La finalidad de las monedas alternativas es dejar de ver el dinero como un fin en sí mismo para regresarle su utilidad como herramienta social para el intercambio equitativo. Buscan eliminar la acumulación de riqueza en pocas manos, retener la riqueza en la comunidad y fomentar la cooperación y solidaridad. El dinero deja de endeudar, para liberar. Algunos ejemplos son:

Ecomunes

Los ecomunes son vales que ayudan a compartir productos y servicios entre cooperativas y pequeños productores para formar una red de apoyo mutuo y satisfacción de necesidades. Con los ecomunes puedes consumir en la Red de Consumo Solidario, la cual busca crear vínculos más allá del consumo, que permita el acceso a productos sanos y sostenibles. Además, tienen la función de beneficiar a defensorxs del medio ambiente para realizar su vocación, con el apoyo de productos de la misma Red.

Mixiuhcas

La mixiuhca es el dinero comunitario a través del cual se dan los intercambios en la Feria Multitrueke. Su moneda se basa en la idea de que el papel moneda no tiene valor en sí mismo, sino que es la comunidad que lo respalda la que le da valor. Para usar las mixiuhcas debes formar parte de la red de prosumidores de la Feria; posteriormente, se otorgan cantidades fijas de dinero comunitario para hacer intercambios con otrxs miembrxs de la comunidad. La moneda no se puede acumular, en cada intercambio es firmada para sumar valor al sistema y refrendar la confianza en la comunidad. Entre más firmas, más valor se suma sin usar dinero convencional.

Economía del regalo

A diferencia de los trueques o las monedas alternativas, la economía del regalo es una propuesta de organización de los recursos que elimina la lógica del intercambio. De acuerdo con esta visión, los recursos son abundantes y tienen la finalidad de satisfacer necesidades. Actualmente, la economía de mercado ya se sostiene con regalos; es decir ,“bienes o servicios” que son gratuitos, como los trabajos de cuidado -generalmente dado por las mujeres a través de la división sexual del trabajo-,  la plusvalía del trabajo productivo y los recursos naturales. El capitalismo se sostiene a partir de apropiarse de la gratuidad de los sistemas que sostienen la vida

La propuesta alternativa al intercambio y la acumulación es buscar que los recursos fluyan para satisfacer las necesidades de todxs, en comunidad, teniendo como criterio de decisión el cuidado de la vida, tanto humana como no-humana. La economía del regalo refleja la forma en la que la vida se auto-organiza. Y aunque economías sin la mediación del intercambio parezcan del pasado lejano, hay ejemplos actuales donde se ve la lógica de la economía del regalo en acción, como Wikipedia o Couchsurfing, donde el fin último es regalar nuestros conocimientos o alojamiento para que aquellas personas que lo necesiten puedan usarlo sin ninguna retribución a cambio (Vaughan, 2011). 

Conclusión

Nuestra intención es hacer un llamado a cuestionar la lógica actual de distribución de recursos. No es necesario que haya gente con más de lo que necesita y personas sin lo mínimo indispensable para vivir. No es fácil pero es simple, para lograrlo necesitamos cambiar la forma de concebir el sistema socio-económico del que somos parte; generar y fomentar otras alternativas que sean más  humanas, inclusivas y adecuadas a cada contexto. Sólo así lograremos dejar de lado la dependencia capitalista que nos oprime para poder sostener de forma digna y justa las vidas en los sistemas sociales y ecológicos.

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Regina Gómez, Andrea Pliego y Elisa Caballero son integrantes de Contaminantes Anónimus.

Twitter: @contaminantesa

Facebook: Contaminantes Anónimus

Instagram: contaminantes.anonimus

 Bibliografía

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