Por Ana De Luca

Algunos memes son sabios

En estos días ha circulado una cantidad considerable de memes ingeniosos. Muchos de ellos nos hacen reír y su naturaleza humorística logra aligerar estos días de encierro. Otros, igualmente astutos, concentran pedazos de sabiduría que habría que tomar con seriedad. Recurriré a estos últimos para exponer mi argumento de que la crisis ambiental nos coloca en un estado de fragilidad y vulnerabilidad -de la misma manera que lo hace el COVID-19; por lo tanto, deberíamos asignarle la misma cantidad de atención que a la actual pandemia

El primero de esos memes es uno que dice “El cambio climático necesita contratar al publicista del coronavirus”.  ¿A qué se refiere? El coronavirus ha acaparado las primeras páginas de los medios de comunicación, y no hay tema del que se hable más en redes sociales, entre colegas, amigos y familiares.  Aunado a esto, como es el caso en nuestro país, hay una conferencia de prensa vespertina dirigida por el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo Lopez-Gatell, para informarnos sobre la situación relacionada al Covid-19.

En ella, se expone de manera gráfica el comportamiento de la pandemia a nivel nacional y estatal, se comunica la estrategia del gobierno, nos proporcionan información con respecto al número de contagios y defunciones por edad, entre otros muchos datos de interés público. Participan expertas y expertos en la materia y al final los medios de comunicación intervienen con preguntas. De manera paralela a este esfuerzo, instituciones académicas, organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación analizan y ahondan en la información para corroborar o impugnar datos y cifras.

Una conferencia de prensa para la crisis ambiental

Estemos de acuerdo o no con la estrategia epidemiológica del país, el dar cuenta de la situación y estar abiertos a la confrontación y a preguntas de los medios diariamente, es un reconocimiento de la gravedad de la situación en la que estamos inmersos. Asimismo, implica aceptar la magnitud de la respuesta institucional requerida para resolver o mitigar la situación.  

Mi pregunta, por lo tanto, es ¿por qué no le prestamos la misma atención a la crisis ambiental? Como lo expliqué anteriormente hay un fuerte vínculo entre la pérdida de biodiversidad, la deforestación, la agricultura y ganadería industrial, así como el comercio ilegal de animales silvestres con la propagación del virus del Covid-19. Sin embargo, éste es solamente uno de los muchos escenarios advertidos por los expertos en temas ambientales. Para explicarles por qué sería importante que se le diera la misma seriedad al tema, recurriré una vez más a los memes.  

Así de grave es la crisis ambiental

En estas imágenes se dimensiona la catástrofe que representa la crisis climática frente a lo que ha sido la pandemia producto de la propagación del Covid-19.  Cabe aclarar que, cuando me refiero a crisis ambiental, estoy hablando de una crisis que abarca al cambio climático pero que la excede por mucho. La crisis ambiental incluye otros procesos de degradación y devastación ambiental, como pueden ser los derrames petroleros, la contaminación militar, la deforestación, la minería, la desertificación, la extinción masiva de especies, la contaminación del agua, aire, cielo, entre otras. La gravedad no es menor, se trata, como bien lo explicó Luis Fernández hace unas semanas, de una crisis civilizatoria que involucra el colapso de ecosistemas y el sufrimiento de millones de personas. 

 

¿Cómo decidimos qué es una crisis? 

¿Cómo y quién decide qué es una crisis? Es decir, ¿cuándo podemos decir que estamos ante una emergencia? Mi propuesta es que repensemos qué es lo que hace que una crisis sea reconocida como tal y se le dé la atención que requiere. Para ello tenemos que dejar claro que una crisis es una construcción social y cultural. Con esto me refiero a que a veces se le denomina “crisis” a una situación que no merecería ser considerada así.

Por ejemplo, Donald Trump continuamente quiere crear una guerra en contra de los migrantes cuando no son una amenaza, pero lo hace claramente con una intención política para acaparar la atención en un tema, y de ese modo no tener que hacerse cargo de verdaderas problemáticas que tiene el país vecino. En contraste con esto, hay situaciones a las que se le da poca visibilidad pero que son peligrosas e incluso fatales. Es decir, quién decide qué es una crisis, y cuando hay una crisis no solamente es arbitrario, sino que es una vieja estrategia política. 

Foto: Getty Images

En este caso, el mensaje que les quiero transmitir es que necesitamos que se admita que el cambio climático -en particular- pero que la crisis ambiental -en general- nos han pintado un paisaje que ni las películas de ciencia ficción logran dimensionar si no tomamos acción urgente. Un futuro absolutamente distópico, con pobreza extrema, profunda desigualdad, con el colapso continuo de ecosistemas e incluso mayor incertidumbre que la que tenemos ahora. La buena noticia es que no dependemos de que nuestro gobierno o el de los demás así lo reconozcan.

Desde otros sectores, incluida la sociedad civil, podemos nombrar y decidir qué es aquello que nos afecta y desde ahí presionar al gobierno para que le den la atención y los recursos que merece. No simplemente con la crisis ambiental, sino con otros temas que tienen desmembrado al país. Tal es el caso de la violencia de género que a mi parecer merecería también una conferencia de prensa periódica.  Y es que actualmente estamos frente a la explosión de muchas crisis que cobran vidas humanas y, por lo general, de aquellas personas que han sido histórica y sistemáticamente vulneradas.

Así las cosas, ¿qué opinan de una conferencia de prensa sobre el tema?

Quizá no diaria, pues la sobreexposición a la información también puede causar el efecto contrario y entumecernos. Me parecería adecuado un informe semanal. No sé a ustedes, pero a mí me encantaría ver a un/a “López Gatell” del medio ambiente. Mi pregunta es, ¿estamos dispuestos a reconocer esta crisis? ¿O tenemos que esperar a que el mundo esté en llamas para querer algo así? 

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Ana De Luca es candidata a doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM. Tiene una maestría por la London School of Economics and Political Science en Desarrollo y Medio Ambiente; asimismo, una licenciatura en Relaciones Internacionales por la UNAM. Es parte de la Red Nacional de Investigación sobre Género, Sociedad y Medio ambiente; asimismo, es co-autora y coordinadora de varios libros relacionados a medio ambiente e igualdad de género. Es editora de la sección de medio ambiente de la revista Nexos.

Twitter: @anadeluca21

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