Por Beatriz Acevedo

Introducción

La mega-biodiversidad del territorio mexicano corresponde claramente a la presencia de un conjunto de ecosistemas majestuosos y cautivadores por su inigualable belleza. Éste es el caso de los glaciares mexicanos, un conjunto de picos nevados que parecen alcanzar el cielo.

Los glaciares son una geoforma producto de la re-cristalización, acumulación y compactación de la nieve, sobre una porción de la superficie terrestre (Lugo Hubp, J., 2011). Su caracterización y problemática actual ha definido diversas líneas de investigación en el Instituto de Geofísica de la UNAM, que van desde el seguimiento del retroceso glaciar, hasta la composición físico-química de la ceniza y vapores exhalados por el volcán Popocatépetl, cuya actividad permanente afecta las dimensiones y espesor de la cobertura nevada.

Para adentrarnos en la alarmante situación actual de los glaciares mexicanos, recordemos primero el papel que juegan los glaciares a nivel global.

Importancia de los glaciares

Los glaciares ejercen dos de las funciones ecosistémicas más esenciales para la conservación del equilibrio planetario ideal, que hoy se ve quebrantado debido a la crisis climática.

Fuente: Elaboración propia, basada en Revista FREEMAN, 2019.

Los glaciares mexicanos, sus características y el riesgo inminente de extinción

Es un hecho que debido a la altitud de las tres montañas nevadas mexicanas más importantes -Iztaccíhuatl, Popocatépetl y Citlaltépetl o Pico de Orizaba-, las capas de hielo perennes pueden preservarse, a pesar de ser México un país tropical.

El Dr. Hugo Delgado Granados, director del Instituto de Geofísica de la UNAM, afirma que: “…, el mundo se orienta más rápido hacia la extinción glacial de lo que se suponía” (López, R., 2020).

Ante tal afirmación emitida por un experto calificado, el panorama actual no resulta para nada alentador y puede resumirse de la siguiente forma:

Estado actual de las cumbres nevadas mexicanas

Fuente: Elaboración propia basado https://www.gaceta.unam.mx/glaciares-mexicanos-a-punto-de-extinguirse/

Un pasado cercano

La historia geológica revela que “en los últimos dos millones de años, el planeta experimentó cuatro glaciaciones importantes; cuando concluyó la última, alrededor de 10 mil años, en México había glaciares en el Ajusco, en las sierras de Las cruces y la Nevada. Sin embargo, los hielos se fundieron y dieron origen al sistema lacustre que encontraron los antiguos mexicanos: en el centro de la Cuenca del Valle de México, en Texcoco y Xochimilco, irrigados por aguas que provenían de los glaciares” (Delgado Granados, H. citado en López, R., 2020).

Reflexión final

Las aguas producto de la fusión de cualquier glaciar de montaña son esenciales para el ciclo hidrológico de sus cuencas. Esta aguas alimentan los valles en forma de agua superficial, además de recargar los acuíferos. La existencia de los glaciares depende directamente de la precipitación sólida, entendida como nieve o hielo. La fusión constante ocasiona la pérdida de agua, lo que reduce el tamaño y espesor de las capas de hielos perennes, dirigiéndose a una inminente extinción ocasionando un daño irreversible al ciclo hidrológico.

Estas circunstancias nos recuerdan la importancia de disminuir los GEI asociados al incremento de la temperatura media global. Cada uno de nosotr@s podemos y debemos actuar de inmediato, disminuyendo la presión sobre estos frágiles ecosistemas. Podemos y debemos procurar que nuestras acciones diarias se encaminen a disminuir nuestra huella personal de carbono. El ahorro de energía, por ejemplo, es sin duda un buen comienzo.

*****

Beatriz Acevedo es geógrafa, especialista ambiental, promotora de la cultura ambiental, a través del arte, la cultura y el cine documental.

Twitter: @ConSentidoVerde

Referencias

 

 

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook