Por Aranxa Sánchez

En general, el acercamiento al desarrollo sostenible es mediante la economía ecológica, la cual tiene como objeto de estudio las distintas interacciones entre sistemas económicos y sistemas ecológicos. En este sentido, la sostenibilidad es central para esta interdisciplina. A su vez, el desarrollo sostenible resume la agenda internacional donde la política exterior funge un rol preponderante, al reunir a las diferentes partes involucradas en el tema de sostenibilidad.

¿A qué nos referimos con “desarrollo”?

El concepto toma fuerza a mediados del siglo XX, justo después de terminada la Segunda Guerra Mundial. Particularmente, a partir del discurso del presidente de Estados Unidos (EEUU) Harry Truman; allí, se utiliza por primera vez el término “subdesarrollado” para referirse a cierto atraso económico. 

Al contrario del término “desarrollo”, que había aparecido con cierta frecuencia años atrás, el subdesarrollo implica necesariamente que hay una posibilidad de cambio en el resultado de un país; por lo tanto, el desarrollo adquirió un contexto de tiempo-espacio. De tal manera, el subdesarrollo podría entenderse como un estado de “origen” y el desarrollo un “destino” (Rist, G., 2008).

Asimismo, la dicotomía de país colonizador/colonizado (estos últimos representados por una mayoría de países de América Latina) se transforma en una relación de desarrollado/subdesarrollado donde el cambio progresivo es posible; es decir, una evolución. 

Posteriormente, viene una nueva modificación conceptual donde la Guerra Fría tiene un rol importante: da origen al término “Tercer Mundo”, allí también muchos de los países de América Latina forman parte. En esta etapa, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es el espacio en el que surgen acuerdos internacionales y se visualiza al “desarrollo” como un tema de cooperación económica internacional y se da inicio a la Primera Década del Desarrollo. 

Es así que surgen organismos financieros internacionales tales como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la sección del Banco Mundial conocida como Corporación Financiera Internacional (IFC); así como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). 

Posteriormente, teorías como la de Rostow (1959) sobre las etapas del crecimiento económico generan ideas sobre que un país puede estar en vías de desarrollo con sólo seguir esa ruta; sin embargo, actualmente se conoce que esa teoría no es válida pues un caso de estudio no puede formularse como una receta a seguir, ya que el contexto y, por lo tanto, las condiciones de cada país son irrepetibles.

El surgimiento de otras teorías

A continuación es que surgen nuevas teorías desde diferentes puntos de vista; particularmente, el sur del mundo. En este caso, resaltan el Estructuralismo latinoamericano (representado en mayor medida por la Comisión Económica para América Latina, CEPAL) y la Teoría Marxista de la dependencia; las cuales enfatizaban la responsabilidad de los núcleos industriales y de innovación hacia las condiciones de pobreza en la periferia.

En la década de 1970, en su Asamblea General, la ONU declaró la Segunda Década del Desarrollo y, con ella, el llamado a la exigencia de un “Nuevo Orden Económico Mundial”. También es en esta década que surgen los términos de “Países menos desarrollados (LDC)”. Después, en la década de los 80 tras la crisis internacional de deuda y los denominados “ajustes estructurales” realizados principalmente por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Y así llegamos al desarrollo sustentable

Posteriormente, surge el término de “Desarrollo sustentable”, a partir de la publicación de “Our Common future” en 1987 que da una lista de amenazas a la sostenibilidad del equilibrio ecológico en el planeta Tierra. Ésta fue una diferencia crucial, porque significaba centrarse en las formas en que tanto los países ricos como los países pobres han dañado el medio ambiente (por diferentes razones). En esta década es que el término “países en desarrollo” sustituye a “países en vías de desarrollo”.

Finalmente, a partir del siglo XXI es que se generan las Metas del Milenio; eventualmente, se transforman en la Agenda 2030 con sus Objetivos de Desarrollo Sostenible. La sostenibilidad tiene como pilares tres factores: ambiental, social y gobernanza. A partir de esta agenda, se han generado posiciones sobre diferentes tipos de sostenibilidad; en el siguiente tex en este espacio, explicaré más de ello.

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Aranxa Sánchez es economista por la UNAM.

Twitter: @AranxaSanz

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