¿Qué es el financiamiento sustentable?

Por Aranxa Sánchez

Hemos comprendido los diferentes tipos de recursos, que el sistema económico es de tipo abierto (extrae recursos y genera desechos) y que éste, a su vez, es un subsistema del ecosistema; por tanto, podemos empezar a definir cuáles deben ser los incentivos para la gestión de cada recurso.

El financiamiento sustentable se encarga de generar estos incentivos, basándose en algo conocido como criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Estos criterios surgen como una respuesta de múltiples partes en el mundo sobre problemáticas específicas.

¿Qué son las problemáticas ESG?

En general, implica identificar problemáticas ambientales, sociales y de gobernanza en todo el mundo, para poder priorizarlas y generar compromisos con el objetivo de resolverlas; de tal modo, es parte de lo que realiza la organización de Principios para la Inversión Responsable (PRI). Dicha organización, perteneciente a la ONU, resume que las principales problemáticas son:

1. Ambientales

   1. Uso sustentable del suelo
   2. Plásticos
   3. Agua
   4. Fracking (método de extracción de gas natural y petróleo)
   5. Metano
   6. Biodiversidad

2. Sociales

   1. Derechos humanos y estándares laborales
   2. Relaciones laborales
   3. Zonas de conflictos armados

3. Gobernanza

   1. Evasión de impuestos
   2. Paga a personal ejecutivo
   3. Corrupción
   4. Nominaciones a puestos directivos
   5. Ciberseguridad 

¿Qué son los criterios ESG?

Así pues, asumiendo esta referencia de problemáticas ESG, existe una variedad de cómo las inversiones en cualquier actividad económica debe considerarlas, a lo que se les llama criterios de inversión. Un resumen de ellos, es el siguiente:

¿Cómo se utilizan estos criterios ESG?

Las finanzas sustentables se encargan de integrar estos criterios en cualquier decisión de negocios e inversión, para ofrecer un beneficio tanto a los clientes como a la sociedad; de tal modo, genera centros financieros sostenibles.

Un centro financiero sostenible es un mercado financiero que, en su conjunto, contribuye al desarrollo sostenible y la creación de valor en términos económicos, ambientales y sociales. 

En otras palabras, un mercado que asegure y mejore la eficiencia económica, la prosperidad y la competitividad económica, tanto hoy como a largo plazo; contribuyendo al mismo tiempo a proteger y restaurar los sistemas ecológicos y mejorando la diversidad cultural y el bienestar social.

Para lograr ello, existen diversos instrumentos financieros que van acorde a las necesidades específicas a resolver. En ese sentido, la siguiente semana hablaré sobre instrumentos utilizados tanto a nivel nacional como internacional para cada tipo de recurso: inagotable, renovable y no renovable.

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Aranxa Sánchez es economista por la UNAM.

Twitter: @AranxaSanz