Ay, ajá… nada más lo compró a ver qué se sentía. Pues nada más le falta decir eso al FBI sobre el programa de espionaje Pegasus, el cual ya aceptó haber adquirido y probado… pero que nunca lo utilizó (dice).
Según El País, el Buró Federal de Investigación de Estados Unidos (o sea el FBI), asegura que, pese a haber adquirido el conocido programa de espionaje Pegasus, éste no fue utilizado para ver qué hacían opositores o gente de interés del gobierno… como sí ocurrió en otros países (cof, México,cof).
¿Entonces? Pues el FBI dice que el único objetivo de desembolsar dinero para su compra fue checarlo y así estar al tanto de lo que pasaba con las tecnologías emergentes.
“El programa no fue utilizado para brindar ayuda en ninguna investigación, sino que el FBI adquirió la licencia limitada únicamente para poner a prueba y evaluar el producto”, señaló el FBI en comunicado enviado a The Guardian, diario británico que se encargó de revelar que dicha agencia adquirió Pegasus en 2019, durante la administración de Donald Trump.
Sólo para recordar, The Guardian y otros medios internacionales (incluidos mexicanos) revelaron que la empresa NSO vendió a varias administraciones un programa de espionaje conocido como Pegasus. Cosa de nada… el número de personas que pudieron haber sido infectadas vía telefónica con el programa fue de 50 mil… la mayoría de ellas identificadas como personajes disidentes y periodistas.
El que el FBI haya aceptado la compra de Pegasus es “asombroso”, señala The Guardian, no sólo porque eso pone al gobierno de Trump a la par de administraciones gandallas en el mundo (como Arabia Saudí, Ruanda y Azerbaiyán… o México), sino porque el gobierno de Joe Biden decidió poner a la empresa NSO en su lista negra de empresas del Departamento de Comercio y, con ello, su administración tiene vetado otorgar cualquier tipo de contrato público.
Al poner a la empresa NSO en la lista negra, la administración de Biden señaló que cuenta con pruebas de que Pegasus fue utilizado por gobiernos del mundo para ejecutar “una represión transnacional”… ahhhh, pero no en los Estados Unidos, allá sólo fue para checar qué pasaba si dicho programa de espionaje “caía en las manos equivocadas”.
“El FBI trabaja diligentemente para mantenerse al tanto de las tecnologías emergentes y su comercio, no solo para explorar un posible uso legal, sino también para combatir el crimen y proteger tanto al pueblo estadounidense como a nuestras libertades civiles”, agrega el comunicado del Buró de Investigación.