Hoy se cumplen los cinco años desde que el iPhone de Apple se presentó en el mercado. Este pequeño dispositivo llegó a nuestras vidas y cambió como funcionan las cosas con su pantalla touchscreen y la ingeniosa interfaz se ha convertido en un dispositivo revolucionario.
El iPhone tiene dos sencillas razones que lo hicieron en el pequeño aparato revolucionario de la tecnología.
¿Por qué?
La primera se debe a la aportación que hizo al desarrollo de celulares en Estados Unidos. Steve Jobs antes de comenzar el desarrollo convenció a AT&T de que le dieran oportunidad de hacer el dispositivo sin que le dictaran ninguna pauta. Esto permitió que el iPhone se pudiera hacer pensado en la gente y no en las compañías telefónicas que contrataban.
Fue así como nació una pequeña computadora, capaz de navegar a través de internet de manera sencilla. Apple supo aprovechar muy habilmente la oportunidad, pues el dispositivo que le entregó a la gente resultaba muy ergonómico.
A partir de ese momento, las compañías comprendieron que para hacer una verdadera batalla en el campo de los smartphones, tendrían que seguir el mismo proceso de desarrollo, pensando primero en el consumidor en lugar del contratador.
Fue en el lanzamiento del iPhone 2 cuando Jobs y compañía presentó la revolución del software en los smartphones: la AppStore. Esta tienda digital de softwares potencializó la capacidad del aparato.
Ahora, con esta nueva herramienta, los usuarios podían descargar gratis o pagando, pequeñas aplicaciones extendiendo el uso del iPhone, desde un celular a una consola de videojuegos o estación de trabajo.
No sólo se quedó ahí. La AppStore permitió a emprendedores y estudiantes a encontrar una gran oportunidad de trabajo. Los programadores ahora podían presentar sus aplicaciones en internet y venderlas, haciendo dinero y nombre en el mercado. De ahí nacieron grandes posibilidades, convirtiendo un hobby en un negocio.
El iPhone se ha convertido en una base para la competencia, pues Steve Jobs y los demás genios en su empresa hicieron un aparato pensado en la generación, no sólo de un celular, sino de un aparato que marcaría un giro en la mentalidad de como las compañías deben desarrollar sus productos.
Vía New York Times