A principio de año una noticia nos sacudió a todos: Miguel Ángel Yunes Linares, actual gobernador de Veracruz, denunció que durante las administraciones de Javier Duarte de Ochoa y Fidel Herrera Beltrán se suministró agua destilada a niños con cáncer. ¡Así como lo leen! En tiempos de los priistas, se aplicaron quimioterapias falsas a menores de edad. Aun cuando estamos acostumbrados a escuchar malas noticias y a las tropelías de la clase política, este caso superó por mucho los límites. Además de los tratamientos falsos , la Secretaría de Salud halló en esa entidad 11 toneladas de medicamentos caducados y 47 mil pruebas para VIH sin registro sanitario. Después de que Yunes denunciara a sus predecesores, Herrera Beltrán, a quien se le ha ligado con el grupo delictivo Los Zetas, renunció a su cargo como Cónsul de México en la ciudad de Barcelona.
(De acuerdo con una investigación del portal Animal Político, la empresa que vendió las quimios falsas y las pruebas de VIH inservibles se dedica a importar semillas, maquilar ropa interior y otros giros que no tienen que ver con la industria farmacéutica).
“Esas declaraciones son perversas, sólo una mente enferma podría darle forma a esa idea. Mi gobierno siempre tuvo como principal idea tener equipo, medicamentos e instalaciones de alto nivel para atender a mis gobernados“, declaró el exmandatario nacido en Nopaltepec, en el municipio de Cosamaloapan. Fidel Herrera consideró las acusaciones en su contra como “infames”, “irresponsables” y “electoreras”. El pasado 22 de enero, día en que anunció su renuncia, aseguró que volvería a México cuanto antes para defenderse. Casi ocho meses después, la Fiscalía de Veracruz citó formalmente a declarar, en calidad de investigado, al político que gobernó Veracruz de diciembre de 2004 a noviembre de 2010.
El citatorio fue entregado en el domicilio del exmandatario en Xalapa. El documento indica que Herrera Beltrán deberá presentarse obligatoriamente a testificar ante el Ministerio Público el próximo lunes 18 de septiembre, en caso de no asistir, se le aplicarían medidas de apremio tales como multas o hasta enviar a la fuerza pública para detenerlo. El motivo del citatorio es informarle a Fidel Herrera los detalles de la investigación en su contra y, en caso de que él lo desee, que declare sobre la averiguación.