El próximo domingo 23 de abril se celebrarán las elecciones presidenciales en Francia.  A unos cuantos días de que se lleven a cabo los comicios en el país europeo, las encuestas indican un panorama cerrado entre cuatro de los once candidatos registrados —nueve hombres y dos mujeres—. El centrista Emmanuel Macron, la populista de ultraderecha Marine Le Pen, el extremista de izquierda Jean Luc Melenchon y el republicano de centroderecha Francois Fillon aventajan las preferencias, de acuerdo con los sondeos. Los primeros dos de esta lista, indican las mediciones, son los aspirantes presidenciales que llegan más fuertes rumbo a la votación del fin de semana. La aprobación del actual presidente de Francia, Francois Hollande, integrante del Partido Socialista, roza los niveles mínimos históricos. ¿El descontento de los ciudadanos franceses con la actual administración se verá reflejado en las urnas?

Primero a lo primero: antes de conocer lo que significaría la victoria de cualquiera de los candidatos registrados en la contienda, hay que tomar en cuenta cómo funciona su sistema electoral. En Francia existe un modelo de elecciones que se conoce popularmente como Segunda Vuelta Electoral o balotaje. La cosa es tan sencilla como se escucha: el próximo domingo, durante la primera ronda, los ciudadanos franceses votarán por el candidato de su preferencia. Cualquiera de los once registrados. En caso de que ninguno obtenga más del 50% de los votos, lo cual es el escenario más probable, los dos candidatos que hayan obtenido más sufragios se enfrentan en una nueva elección, pero esta vez lo hacen cara a cara. Esta segunda ronda electoral está programada para el próximo 7 de mayo.

La elección presidencial del domingo podría tener grandes repercusiones en el panorama europeo. Ocho de los once candidatos registrados en la contienda buscan abandonar la Unión Europea (UE) y el euro como moneda. Lo más preocupante del caso es que dos de los cuatro aspirantes que realmente tienen posibilidades de ganar la votación (Le Pen y Melenchon) son partidarios del llamado Frexit. ¿Cuáles son sus argumentos? Los altos niveles de desempleo y pobre crecimiento económico se deben al euro. A las razones del tambaleo también se suman las nuevas presiones provenientes de Rusia y las tensiones originadas por la migración. De acuerdo con los expertos, en caso de que Francia saliera del bloque, el futuro de la Unión Europea estaría fuertemente en entredicho, debido a que los franceses son miembros fundadores de la Eurozona y representan la segunda fuerza económica de la UE.

Elecciones presidenciales en Francia 2017
Imagen: Shutterstock

Ahora sí, ¿quiénes son los candidatos a la presidencia de Francia?

Aunque en la lista final de once candidatos existen personajes tan excéntricos como Jacques Cheminade —de tendencia ultraderechista y miembro del partido Solidaridad y Progreso— quien en alguna declaración acusó a la Reina de Inglaterra de estar involucrada en una red internacional de tráfico de drogas y ha asegurado que de ser presidente buscará que Francia colonice Marte, esta colaboración se enfocará en los aspirantes mejor posicionados y con más posibilidades de ganar la contienda electoral. Los comicios en Francia—históricamente— se han centrado en los candidatos de dos partidos hegemónicos. Este domingo todo apunta a que la tendencia se revertirá. En una elección que, de acuerdo con los expertos, se verá marcada por el abstencionismo y el voto indefinido, estos son los cuatro favoritos para convertirse en el nuevo residente del Palacio del Elíseo.

Marine Le Pen

Marine Le Pen, candidata a la presidencia de Francia
Foto: Sylvain Lefevre/Getty Images

Es el más grande temor de estas elecciones. Marine Le Pen ha sido, incluso, considerada como la “Trump francesa“. La candidata del partido Frente Nacional ha sido comparada con el presidente de Estados Unidos debido a que ambos personajes comparten un discurso nacionalista, xenófobo y en contra de las élites políticas y económicas, aun cuando los dos políticos proceden de hogares acaudalados. Al igual que lo hizo Trump, el tema en el que se cimienta su campaña es la inmigración. La candidata ultraderechista ha prometido “restaurar las fronteras” de su país. El miedo y la indignación que han causado los ataques terroristas en Francia durante los últimos dos años, el más reciente sucedió ayer, podrían impactar positivamente las aspiraciones de la que sería la primer presidenta en la historia de Francia. Le Pen ha prometido a los votantes hacer a Francia “más francesa”.

El partido de Le Pen fue fundado por su padre Jean-Marie Le Pen en 1972. La controvertida figura de su progenitor la ha perseguido toda su campaña. Jean-Marie es un polémico político que ha sido considerado como antisemita. En alguna ocasión declaró que las cámaras de gas utilizadas durante la Segunda Guerra Mundial apenas como un “detalle” en la historia del conflicto bélico. En 2011, Marine corrió a su padre del Frente Nacional y trabajó para reestructurar la reputación del partido. Aun así se le califica como una candidata antisistema. En 2012 intentó ganar la Presidencia por primera ocasión, pero no logró llegar a la segunda vuelta.  La candidata Le Pen le ha hablado a la clase trabajadora, a los “franceses olvidados”, pero sobretodo a los jóvenes desempleados, quienes conforman el grupo más nutrido de sus simpatizantes.

Entre sus propuestas de campaña se pueden encontrar calcas trumpianas como suspender la inmigración legal hasta aprobar nuevas leyes que la reduzcan a 10 mil inmigrantes al año, expulsar automáticamente a todos los inmigrantes ilegales, llevar el secularismo al máximo y prohibir cualquier manifestación de religiosidad —como burkas o kipá— en público, además de cerrar mezquitas. Le Pen forma parte del grupo de candidatos a favor de realizar un referéndum para que Francia abandone el euro como moneda y salga de la Unión Europea.

Emmanuel Macron

Emmanuel Macron, candidato a la Presidencia de Francia
Foto: Sylvain Lefevre/Getty Images

Los especialistas vislumbran un encuentro cara a cara en la segunda ronda entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen. Macron es considerado un prodigio. Es el más joven de los candidatos en la contienda. Tiene 39 y ya se desempeñó como asesor económico —primero— y Ministro de Economía en la administración del presidente Francois Hollande; la cercanía con el presidente con los peores niveles de aprobación en la historia de Francias podría resultar un punto que juegue en su contra. Esta es la primera vez que participa en unas elecciones presidenciales y no está afiliado a ningún partido. Se le considera un político de centro, “ni de izquierda ni de derecha”, y es definido a menudo como  proeuropeo; Macron es uno de los dos candidatos que está a favor de la permanencia de Francia en la Unión Europea. Macron es definido como liberal en el aspecto social —acusa a Le Pen de dividir a la sociedad francesa con sus ataques a la comunidad musulmana—.

Su estilo ha sido calificado como pragmático y hasta gris. A pesar de su edad, no conecta con los votantes jóvenes. El politólogo Thomas Guenolé lo ha descrito como la “versión francesa de Hillary Clinton”. “Es un defensor de la globalización que intenta que se le considere de izquierdas porque asegura que la extrema derecha es mala”, sentenció el académico sobre Macron. Sus opositores lo acusan de que, en caso de llegar al Palacio Elíseo, serviría a los intereses corporativos. Sus propuestas incluyen una reducción de impuestos a las empresas en sus importaciones, un recorte al número de diputados y senadores, incrementar el salario bruto de los trabajadores reduciendo impuestos sobre la nómina, promover energías renovables y quitar las prohibiciones de vestimenta en escuelas a los ciudadanos musulmanes. En materia de seguridad —uno de los puntos más flacos y cuestionados de su campaña— asegura que contratará más policías, incrementará el tamaño de la milicia y creará un unidad doméstica antiterrorista.

Los votantes indefinidos y/o molestos de la clase política pueden ver una alternativa a los partidos políticos tradicionales en Emmanuel Macron, aunque en la práctica sea un “hombre del sistema” que defiende las políticas económicas actuales, busca fortalecer la figura de la Unión Europea.

Francois Fillon

Francois Fillon, candidato a la Presidencia de Francia
Foto: Sylvain Lefevre/Getty Images

Es sin duda el candidato más experimentado. Fungió como Primer Ministro durante la administración de Nicolás Sarkozy. Su nominación presidencial fue una sorpresa. Fillon se impuso ante todo pronóstico ante el también exprimer ministro Alain Juppé en las elecciones del partido Los Republicanos. Fillon se ha descrito a sí mismo como “gaullista, pero sobretodo cristiano“. Su candidatura representa a las familias católicas y sus valores familiares. Es decir, aquellas personas opuestas al matrimonio igualitario , adopción de parejas del mismo sexo y el aborto.  No es ningún secreto que Fillon es un admirador de Margaret Thatcher, “la dama de hierro”. El candidato de Los Republicanos representa a la población conservadora de Francia que no se identifica con las propuestas radicales de Le Pen.

Fillon era el favorito en las encuestas hasta que, en enero de este año, se destapó el “Penelopegate“: un escándalo que sugería que el candidato republicano había concedido empleos ficticios a su esposa, Penélope, y dos de sus hijos. Aunque ha sido imputado por presunto desvío de recursos públicos y el escándalo lo hizo caer duramente en las encuestas, el exprimer ministro no renunció a su candidatura y se ha posicionado como uno de los cuatro aspirantes con más posibilidades de acceder a la segunda vuelta electoral. En marzo le atestaron otro golpazo: se reveló que un patrocinador le “obsequió” dos trajes valuados, en conjunto, en una cifra aproximada de 13 mil euros.

Entre sus principales propuestas se encuentran hacer recortes al gasto público, reducir medio millón de empleos en el sector público y acabar con la semana laboral de 35 horas. Este candidato tampoco pretende que Francia abandone la Unión Europea ni el euro. Al igual que Trump, Le Pen y Melenchon, el candidato de Los Republicanos ha declarado que buscará mejorar las relaciones con Rusia y Vladimir Putin, además de querer apoyar al régimen del presidente de Siria, Bashar al-Assad, en el combate contra el Estado Islámico.

Jean Luc Melenchon

Jean Luc Melenchon, candidato a la Presidencia de Francia
Foto: Trago/Getty Images

El pronóstico de las elecciones del próximo domingo es que, gane quien gane, será una sorpresa. A la lista de los candidatos con más posibilidades de ganar se suma el izquierdista radical Jean Luc Melenchon. A pesar de no posicionarse como uno de los favoritos de la contienda al principio del proceso, en las últimas semanas el filósofo de 65 años ha repuntado y se puso como uno de los favoritos para avanzar a la segunda vuelta. Melenchon se autodenomina un admirador del revolucionario cubano Fidel Castro y el expresidente venezolano Hugo Chávez. De ahí  que algunos medios lo motejen con el apodo de “El Chávez francés”. Asimismo, el candidato del Partido de Izquierda , organización que creó tras departir del Partido Socialista, ha sido muy crítico con Angela Merkel, primera ministra de Alemania. Sobra decir que el candidato Melenchon no es un entusiasta de la Unión Europea, a la cual culpa del débil crecimiento económico en Francia y la pobreza. El aspirante que se hizo viral por sostener dos mítines al mismo tiempo —en uno apareció como holograma— busca que su país también abandone la OTAN y rompa con los tratados europeos, como el de Roma.

Este es el segundo intento presidencial del también exlegislador socialista. En 2012 no pudo avanzar a la segunda ronda de votaciones. Entre sus propuestas se encuentran la creación de un impuesto del 90% a las personas que ganen más de 400 mil euros al año, la inversión de 100 mil millones de euros para la construcción de viviendas e impulsar energías renovables, la creación de empleos, llevar a cabo el referéndum que posibilite el Frexit, nacionalizar sectores como los aeropuertos y las autopistas, legalizar la marihuana y abandonar el Fondo Monetario Internacional. También plantea reescribir la Constitución para acabar con lo que él considera es una “monarquía presidencial”. Los cambios constitucionales que propone buscan que el Parlamento y la ciudadanía tengan mayor control sobre las decisiones del Ejecutivo. Melenchon, quien considera que las democracias son “Cuba, Venezuela y Rusia”, pretende acercarse al gobierno de Vladimir Putin.

Aunque el populista de izquierda se ha pronunciado en contra del sentimiento antimusulmán, comparte la visión secular de la candidata de Frente Nacional. Dicen que los extremos terminan por tocarse. Las propuestas de los candidatos de la ultraderecha y la izquierda extrema coinciden en muchísimos puntos. Es probable que en la segunda ronda, a celebrarse el próximo 7 de mayo, Le Pen y Melenchon se vean cara a cara en las votaciones. En caso de que sólo uno de los dos llegue a la segunda vuelta, los votos del otro podrían ser en su favor. Faltan dos días para conocer el resultado de los comicios en Francia. De acuerdo con los sondeos más recientes, Macron lleva la delantera (23.6%), Le Pen le sigue muy de cerca (22.5%), Fillon en tercer lugar (19.4%) y Melenchon sigue vivo en la pelea (18.8%) ¿Qué papel jugarán el abstencionismo, la indecisión, el rol de los jóvenes, los recientes ataques terroristas, la preocupación de los inversores y la baja aprobación del presidente Francois Hollande? El próximo domingo se responderán todos estos cuestionamientos.

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