La elección presidencial del pasado 8 de noviembre en Estados Unidos quedará marcada para la historia. La contienda fue más cerrada de lo esperado y contradijo todos los análisis previos y encuestas que le daban una segura victoria a la candidata del Partido Demócrata, Hillary Clinton. Donald Trump se levantó con un triunfo inesperado y una mayoría en los votos electorales.
Hillary y Trump fueron considerados dos de los candidatos más “desesperanzadores” y con una seguidilla de escándalos a cuestas. La elección, de acuerdo con varios críticos, se limitó a votar por el “menor de los males”. La historia le pedirá cuentas a los estadounidenses sobre su decisión, ¿pero cómo fue la participación de los millennials en el proceso electoral?
Sabemos cual fue el perfil de quienes le dieron la victoria al polémico empresario neoyorkino: eran, en su mayoría, hombres blancos mayores de 45 años, que viven en zonas rurales y no cuentan con educación universitaria… un grupo al que ningún otro político dirigió sus discursos y propuestas, salvo Donald Trump.
¿Y entonces a quién beneficiaron los millennials? Un porcentaje de ellos votó por Hillary Clinton, aunque su poder de convocatoria con los jóvenes fue menor al que consiguió Barack Obama tanto en 2008 como en 2012. Se calcula que los números de la exsecretaria de Estado respecto a los del actual presidente fueron de entre 3% y 13% menos votos millennials.
Aunque esta decisión tampoco benefició al candidato del Partido Republicano, quien mantuvo registros similares a los que consiguieron Mitt Romney y John McCain entre los votantes más jóvenes. Estas cifras sugieren que la mayoría de los millennials eran simpatizantes del senador de Vermont, Bernie Sanders, y que no le dieron su apoyo a Hillary por los escándalos de corrupción que pesan en su contra, apunta Forbes.
Uno de cada diez electores millennials se decantó por candidatos de terceros partidos e independientes: Jill Stein, del Partido Verde; Gary Johnson, del Partido Libertario y algunos hasta inscribieron a sus propios aspirantes presidenciales. De acuerdo con El Financiero, entre los millennials que sí votaron por alguno de los representantes de los dos partidos grandes: los afroamericanos lo hicieron a favor de Hillary, mientras que los blancos apoyaron a Trump.
