En nuestro país estamos acostumbrados a escuchar y leer historias de corrupción, de violencia, de inseguridad. Casos indignantes inundan las primeras portadas de nuestros medios de comunicación: robos, desvíos de recursos, fugas, violaciones, asesinatos, fraudes, injusticias. Este es nuestro pan de cada día. Sin embargo, de vez en vez, aparecen algunos ejemplos que nos hacen volver a creer que las cosas pueden cambiar y que no todo en nuestro entorno es negativo. Esta es la historia: Doña Mary Asunción, esposa de Don Ramón Cibrián, falleció el pasado martes 30 de enero en Saltillo, Coahuila, después de haber pasado varios días en el hospital.

El señor velaba, junto a su hijo, una persona con discapacidad, a su difunta esposa en una de las capillas del DIF. Este no contaba con dinero para pagar los gastos funerarios ni siquiera para comprar una corona de flores. Una usuaria de redes sociales, identificada como Sandra Pineda, quien es voluntaria de voluntaria del Hospital Regional de Saltillo, publicó en Facebook una fotografía de la situación acompañada por un mensaje que decía: “Don Ramón no tiene a nadie. Ni dinero. Así que no tienen ni café ni pan y ni una flor. Me da tristeza“.

El mensaje comenzó a circular y, de manera increíble, la ayuda comenzó a llegarle a Don Ramón y su familia. La gente se empezó a organizar a través de las redes para ayudar en la medida de sus posibilidades. Algunos ofrecieron llevar algo de comida para cenar, mientras que otros tantos preguntaban cómo podían cooperar. De acuerdo con algunos reportes periodísticos, los elementos de la policía municipal llevaron arreglos florales. A ellos se les sumaron varios saltillenses más, quienes acompañaron y apoyaron al deudo durante la madrugada del miércoles 31. Los ciudadanos llevaron flores, despensas e hicieron la “vaquita” para apoyar a Don Ramón con los gastos. Según los reportes, se juntaron alrededor de 7 mil pesos.

“Las expectativas que yo tenía rebasaron todo, porque comenzó a llegar a la gente”, relató Pineda en una entrevista. De acuerdo con la voluntaria, dos horas después de su publicación ya “no cabía la gente en la capilla”.

“Me siento muy agradecido, se los agradezco de todo corazón. Cuando más solos nos sentíamos, nos llegó más gente. Gracias a diosito que no ha ayudado y a toda la ciudadanía le pido que nos ayude, que nos siga ayudando, para seguir adelante“, dijo Don Ramón, de 70 años, en una entrevista para Milenio Noticias. “Tengo que echarle muchas ganas para sacar a Ramoncito (su hijo) adelante y para que no se me vaya a enfermar”, señaló el señor en otra pieza periodística. El DIF estatal indicó que realizaron un “un estudio socioeconómico del señor y de la situación que estaba pasando” y que esta familia podrá formar parte de los programas que ofrecen a las personas con discapacidad.

Los restos de doña Mary fueron trasladados al ejido El Tunal, de donde era originario. Ahí fue sepultada el 31 de enero en la mañana.

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