Todos los que vivimos en la ciudad estamos tan acostumbrados a ver paisajes urbanos, edificios hechos a base de ingeniería moderna que ahora en su mayoría son inteligentes, estructuras apoteósicas de metal.
En el mundo hay una riqueza natural interminable, que en muchos casos se combina con lo que hace la mano del hombre y nos regala algunas postales que son dignas de cualquier historia irreal. Desde una casa en medio del mar, hasta una formación pantanosa alrededor de una cabaña.
Esto solamente puede suceder en lugares que en su mayoría están abandonados, y que con el paso del tiempo y del estrago de la naturaleza sobre ellos crea estas hermosas vistas.
La bahía de Chesapeake tiene una particularidad, una casa construida por los marinos que fue abandonada y ahora se ve así.
Kolmanskop en el Desierto de Namibia la arena ha invadido todo a su paso.
En la Bahía de Homebush, su SS Ayrfield un barco, se convirtió en un bosque flotante.
El Cristo del abismo, que nada tiene que ver con las lanchas de fondo de botella en Acapulco, está en la bahía de San Fruttuoso, Liguria.
Por alguna extraña razón esta cabaña de pesca en Alemania, que se supone debería estar en la orilla del lago, está dentro de él.
En Irlanda siempre predomina el color verde, pero al parecer la vegetación se lo tomó muy a pecho en esta casa que se encuentra en Kerry.
Posiblemente los monasterios sean unos de los lugares más abandonados y este perteneciente al siglo XV en el Bosque Negro en Alemania, no es la excepción.
Nara Dreamland, el parque temático de Japón se convirtió en un lugar desolado.
He aquí una ciudad sobreviviente al accidente de Chernobyl, que lleva por nombre Pripyat, aunque ya ni figura como tal.
Sarajevo albergó en 1984 los Juegos Olímpicos de Invierno y estas fueron las ruinas que quedaron.
En Cincinnati alguna vez hubo una extensa linea de tren, que ahora está acabado.
Las Fortalezas Marinas de Maunsell, fuero utilizadas en la Segunda Guerra Mundial, pero ahora no son más que un atractivo turístico.
Angkor Wat, es una de las edificaciones religiosas más grandes del mundo, pero no por eso las cosas que lo rodean siguen haciendo su vida.
El poder de la naturaleza sin lugar a dudas es implacable, ha tal grado que en la Antártida desapareció un centro de investigación llamado McMurdo, sólo queda esto de un avión.
Prabalgad es un fuerte construido por una reina llamada Kalavantin, al que seguramente era y es muy complicado subir.
