Los neoyorquinos sienten que viven en el centro del mundo, y quizá así lo sea, pues además de que en las películas su ciudad siempre es destruida una y otra vez, tienen el Central Park, la Estatua de la Libertad y el Manhattanhenge.
Sí, seguramente esa última palabra les sonó un tanto rara. Resulta que el Manhattanhenge es un fenómeno que se presenta dos veces al año, cuando durante el ocaso, el sol se alinea de forma casi perfecta con las calles del trazado principal de Nueva York.
El año pasado les presentamos una galería sobre este fenómeno, en donde también les comentamos que el término Manhattanhenge fue acuñado por Neil deGrasse Tyson, director del Departamento de Astrofísica del Hayden Planetarium del Museo de Historia Natural de Nueva York, que se inspiró en el fenómeno que ocurre durante el solsticio de verano, cuando el sol se alinea con el eje de la construcción de Stonehenge (el monumento megalítico situado cerca de Amesbury, en Inglaterra).
En este 2014 el primer Manhattanhenge se presentó en mayo, pero debido al cielo nublado no pudo apreciarse esa tarde; en cambio el segundo de estos fenómenos se presentó el 11 y 12 de julio, aproximadamente a las 20:18 locales y ahora sí pudo apreciarse mejor, provocando que el tráfico se detuviera por unos minutos y que cientos de personas sacaran sus teléfonos y tomaran la típica foto pal’ feis o el Instagram:
Aquí una pequeña galería de cómo estuvo la cosa:
Sin duda muy impactante, aunque la verdad, los atardeceres que tenemos en Pie de la Cuesta están más bonitos.