Vivir en la Ciudad de México representa una aventura: puedes estar parado en el tránsito por horas e ir de una colonia a otra como si se tratara de un viaje a otro estado, aunque nada se compara con lo que vive la gente en un lugar en Hong Kong.
Resulta curioso comprobar cómo, durante todo un siglo, una pequeña ciudad situada en un punto estratégico de Hong Kong permaneciera ocupada al margen de la ley. A finales de 1890, Kowloon era un lugar ocupado por la Gran Bretaña, para ser utilizado como puesto de vigilancia ante los ataques enemigos a través del mar.
Años más tarde, dicho lugar se había convertido en una ciudad perdida, en una ciudad sin ley, y sin apenas normas establecidas, cada día crecía más rápidamente para arriba, como si se tratase de un edificio inmenso y cada una de sus viviendas era ocupada por alguien perteneciente a la mafia que operaba en Hong Kong.
En 1987 se realizó un censo de población, que arrojó como resultado 50 mil personas en 2.6 hectáreas. Por lo que el gobierno de Hong Kong y de la Gran Bretaña pensaron en demolerlo y al final lo lograron. Desarticularon bandas, acabaron con el narcotráfico y la prostitución de dicho lugar, convirtiéndolo en un parque.
Es una historia bastante curiosa y sorprendente, ¿cómo vivían y qué hacían? siempre era la pregunta pero Greg Girard, un fotógrafo canadiense que trabaja sobre todo en Asia, decidió aventurarse durante algunos años a retratar la vida de estas familias en el lugar conocido como “La ciudad amurallada”, chequen las imágenes:
