Ésta es una de esas historias que nos llenan de ternura y que nos hacen pensar sobre la amistas entre los seres humanos y los animales. Si dicen que el perro es el amigo del hombre, podemos asegurar que los gatos pueden ser grandes acompañantes de las abuelitas.
Durante 13 años, el fotógrafo japonés Miyoko Ihara ha retratado y documentado la vida de SU abuelita llamada Misao. Esta señora inspiró la carrera del fotógrafo, pero desde hace ocho años, ella no ha estado sola y el lente de Ihara ha podido capturar a su nuevo amigo, Fukumaru.
Fukumaru es un gato blanco con la peculiaridad de tener un ojo de cada color: el izquierdo azul y el derecho como amarillo.
Estos dos amigos han sido inseparables y han hecho prácticamente todo juntos. Desde ir a trabajar al campo, admirar el paisaje, descansar y hasta bañarse. Misao no hace nada sin Fukumaru y eso se deba a que en la cultura japonesa los gatos tienen un lugar especial con respecto a la buena fortuna.
Miyoko Ihara compartió las tiernas imágenes y acá las tienen: