Son casi 500 millones de huevos lo que cada año aportan este tipo de aves, proporcionando alimento y apoyo a la economía de muchas familias en el país asiático, y ahora un nuevo beneficio se les ha encontrado, algo que ellas desechan pero que puede ser la solución a muchos problemas del futuro.
Los chinos no se andan con rodeos, y si a algo le pueden hallar provecho lo hacen, como es el caso del estiércol de pollo, del cual mediante un proceso industrial se extrae gas metano para generar electricidad.
Cierto es que la consistencia y olor no es muy agradable pero “nuestras reservas de carbón y gas se agotarán en las próximas décadas. Es muy importante para China explotar nuevas fuentes de energía”, señala Pan Wenzhi, vicepresidente de la Compañía de Tecnología Agrícola Deqingyuan, la cual es una enorme granja donde al menos se albergan a tres millones de gallinas.
Así es que más granjas de este tipo han comenzado a multiplicarse por todo China, donde la producción de biogás es un ejemplo de desarrollo sostenible par al economía. Y vaya que es una gran oportunidad esto que han desarrollado los asiáticos, ya que al día las gallinas producen 212 toneladas de estiércol.
Siendo que China es uno de los países más grandes del mundo, esto se refleja en su consumo de energía, el cual es satisfecho en 70% mediante el uso del carbón, así que el buscar nuevas alternativas de energía es una prioridad. Pero no sólo eso, esta nueva fuente de combustible también ayuda a frenar algo el cambio climático.