Por algo los líderes productores de petróleo quieren regular el precio del crudo… con tanto confinamiento, el consumo de sus derivados ha caído por los suelos. Uno de ellos, la gasolina, cuya venta ya reporta serias bajas en nuestro país.
De acuerdo con Aristegui Noticias, aunque la Secretaría de Energía ha chiquiteado la baja de consumo de gasolina en el país, señalando –por ejemplo– que éste bajó “sólo” 13.5% entre el periodo del 21 al 27 de marzo, los gasolineros indican que la caída de ventas ha llegado hasta 60% a nivel nacional.
Según los números de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), si nos vamos al consumo en zonas metropolitanas de México, donde la reducción de movilidad y el uso de transporte de carga se redujo de manera más significativa, los números de venta de gasolina caen hasta 70% de reducción .
En el caso de zonas de producción agrícola, la baja es menor… aunque no por eso aparatosa: 30% de baja en regiones donde el diésel es indispensable para el manejo de maquinaria y transporte de productos.
Estos números podrían llegar a ser más altos en los próximos días, tomando en consideración que las mediciones de la Onexpo apuntan que desde el 23 de marzo (fecha en las que iniciaron con más dureza las medidas para evitar contagios de COVID-19) la curva de consumo de gasolina comenzó a caer de manera noticia. Desde la mencionada fecha hasta el 1 de abril se reportó un tropezón del 5 al 40%… y de ahí, hasta ahora que ya se acumula un 60%, según sus estimaciones.
Por su parte, la Secretaría de Energía reporta que en la semana 13 del año es cuando se comenzó a notar la baja del consumo. En esa semana, correspondiente a finales de marzo, la demanda de gasolina cayó 110 mil barriles menos, equivalentes a 13.5%, con respecto al 2019.
Pese a las bajas ventas de gasolina, muchas de las estaciones de servicio siguen operando con “normalidad”… sin embargo, pronto podría cambiar la situación. De acuerdo con el CEO de la cadena de gasolineras Fullgas, Sebastián Figueroa, se podría replicar lo que se aplica en Guatemala, donde sus estaciones sólo abren durante cierto horario, esto para reducir costos.