Si creían que la Liga Premier o la Liga de España tenía a los futbolistas más on fire, es que no han visto a estos de Indonesia.
Esta versión de futbol playero combinada con extremo es popular en muchas escuelas islámicas en el este de Java. La duración de los partidos es de 60 minutos y adivinen con qué juegan… no, no es con botes de frutsis rellenos de basura, ni pelotas hechas de papel, ni mucho menos con un balón.
La bola es… ¡un coco! pero eso no es todo, a éste le rocían queroseno para después acercarle un cerillo, o encendedor, y listo. Se requieren seis jugadores por equipo y ya puede iniciar el partido.
Esta tradición está relacionada con el pencak silat, un arte marcial de origen indonesio (ya se practica en muchas partes del mundo) y se combina con la música.
Los organizadores de este juego dicen que lo hacen para “poner a prueba el coraje de los chicos”. Chale, más bien para probar si tienen callos en los pies.
Échenle un ojo a estos cracks:
¿Y bien?
Pa’ que vean, ahí si ni que Messi, ni que Cristiano…